29 de julio de 2024

MENS SANA IN CORPORE SANO (*)

Sobre la denigración 

de la “Última Cena”

en los Juegos Olímpicos en Francia 

2024








Por el cardenal Gerhard Müller,
Prefecto emérito de la Congregación para la Doctrina de la Fe

 

Las poses completamente deshumanizadas con las que los ideólogos LGBT se burlaron no sólo de la Última Cena de Jesús, sino también de su propia dignidad humana en la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos, son obviamente una continuación de la campaña de los Jacobinos (1) para descristianizar Francia. En el punto álgido de este frenesí antieclesiástico, el 10 de noviembre de 1793, los revolucionarios franceses hicieron entrar en la catedral de Notre Dame de París a una mujer desnuda vestida como la diosa Razón y demostrar sus perversiones sexuales en el altar.

Las obscenidades blasfemas contra la religión están estrechamente ligadas a la violencia física y psicológica contra los creyentes en Cristo. Pues el «culto a la razón y a la libertad» está inexorablemente ligado al Gran Terror, del que fueron víctimas cientos de miles y millones de inocentes en los sistemas totalitarios ateos, desde los jacobinos -maestros de la guillotina- pasando por los fascistas y comunistas, hasta nuestros días, en los que los cristianos son la comunidad religiosa más perseguida del mundo.

La ideología woke (2) en Occidente tiene raíces explícitamente ateas, se caracteriza de cabo a rabo por el odio a Jesucristo y por la peor incitación contra la Iglesia católica. Se manifiesta en la discriminación de los cristianos con palabras y acciones violentas, incluidos crímenes judiciales contra la humanidad, por ejemplo cuando se priva a los padres de sus propios hijos por orden judicial si no permiten que se mutilen los genitales de sus hijos, todo ello bajo el eufemismo de la «autodeterminación del propio sexo».

Las autoridades del Estado francés -al permitir estas escenificaciones anticristianas e inhumanas- justifican la ideología del laicismo, que en modo alguno significa la neutralidad religiosa del Estado, sino que no es más que una tapadera para la brutal violación del derecho humano a la libertad religiosa y de conciencia. La gente delira por la inclusión de personas «woke» en un país donde los católicos han sido sistemáticamente marginados de la vida pública y vilmente discriminados durante 200 años.

No se dan cuenta que han permitido denostar el honor de Francia, que como país y cultura debe todo al cristianismo. La noble cultura francesa es arrastrada por el fango con un arrebato de enajenación mental. El desprecio hacia la religión y hacia la conciencia conduce necesariamente al terror psicológico y a la violencia. Estas autoridades olímpicas deberían darse cuenta de ello al contemplar el cuadro de Francisco Goya de 1799. Lleva por título: «El sueño de la razón engendra monstruos».(3)

En la mitología, Saturno (o Kronos) es el hijo del dios de la tierra Uranos, y de Gaia (el icono de la nueva religión climática) y dice sin ambages que todo está superado y descompuesto por el tiempo, incluidas las ideologías neopaganas. El apóstol Pablo ya describió las consecuencias suicidas que resultan del desprecio de la razón abierta a Dios cuando se niegan el poder eterno y la divinidad de Dios. «Por eso Dios los entregó a la inmundicia por los deseos de sus corazones, de modo que deshonraron sus cuerpos con sus propias acciones». (Rom 1,24).

La burla de la Última Cena por actores espiritualmente desarraigados y mentalmente perturbados, sus instigadores y patrocinadores fue un acto de terrorismo espiritual que se volvió contra sus autores. «La revolución es como Saturno, se come a sus propios hijos y al final da a luz al despotismo con todas sus travesuras», fueron las últimas palabras de Pierre Verniaud, el líder de los girondinos en el cadalso. Y los jacobinos, que llevaron al extremo la revuelta cultural anticristiana, no tardaron en seguirles.

Nos preocupan menos estas consideraciones histórico-filosóficas que la Palabra rectora de Dios, que supera toda sabiduría humana e incluso da esperanza a los descarriados: ellos pueden escapar de la prisión de su perversión y estupidez: «Dice Dios: No me complazco en la muerte del pecador, sino en que se vuelva de su camino y viva». (Ez 33, 11).

28 de julio del año del Señor 2024.



"El sueño de la razón engendra monstruos", aguafuerte de Goya (1799)


 

NOTAS

(1) JACOBINOS

Del diccionario RAE

1

adjetivo

Dicho de una persona: Militante, durante la Revolución francesa, del partido republicano caracterizado por sus procedimientos radicales y su rigorismo moral. Usado también como sustantivo.

2.

adjetivo

Defensor exaltado de ideas revolucionarias y radicales. Aplicado a persona, usado también como sustantivo.


(2) WOKE

Del inglés, que traducido es “despierta”. Se denomina así a un movimiento que, como un eco del mayo francés del ´68, busca un cambio en los valores y la identidad de la sociedad occidental. Se trata de una ideología que deriva del radicalismo de la izquierda norteamericana y que representa las corrientes posmodernas del pensamiento, con una protesta no violenta y cultural, que impulsa empoderar a grupos minoritarios, borrando toda tradición y buscando un cambio, a veces en forma fanática y extremista. Puede sintetizarse en esto: “una revolución epistemológica y política hacia todo aquello que conforma el legado judeo-romano-griego-cristiano”.

 

(3) EL SUEÑO DE LA RAZÓN ENGENDRA MONSTRUOS

Es el título de un aguafuerte-agualina del pintor español, Francisco de Goya, realizado en 1799, y cuyo resumen puede expresarse así: “cuando la razón se adormece aparecen las visiones fantasmagóricas, las alucinaciones con seres monstruosos salidos de la oscuridad.


(*) EL TÍTULO QUE PRESENTA ESTA NOTA ESTÁ TOMADO DE LA SENTENCIA LATINA QUE DICE "MENTE SANA EN UN CUERPO SANO" que es la tradución de una paremia de origen clásico, presente en latín, de Juvenal y en griego antiguo. La educación griega de época clásica se basaba en esta divisa (cf. Platón) y el espíritu olímpico está sustentado en este lema.


22 de julio de 2024

ARZOBISPO PRIMADO DE LA ARGENTINA

 PRIMA SEDES EPISCOPORUM ARGENTINAE


Escudo del Cardenal Santiago Luis Copello, primer Arzobispo primado de la Argentina

 

Por decisión publicada hoy (22 de julio de 2024), el Santo Padre Francisco ha determinado que la sede de la arquidiócesis bonaërensis (de la que el cardenal Jorge Mario Bergoglio fuera titular durante quince años: 1998-2013) ya no será la primada de la Argentina. El título pasará a ostentarlo el arzobispo pro-tempore de Santiago del Estero.

A partir del 25 de agosto próximo tanto la Sede arzobispal como la Catedral porteña ya no tendrán el título de “primada”.


Aquí la lista de quienes fueron Arzobispos de Buenos Aires y Primados de la Argentina;

 

ARZOBISPOS de BUENOS AIRES

PRIMADOS DE LA ARGENTINA

 

  1. Cardenal Santiago Luis COPELLO (1932/1936-1956)
  2. Monseñor Fermín Emilio LAFITTE (1956-1959)
  3. Cardenal Antonio CAGGIANO (1959-1967)
  4. Cardenal Juan Carlos ARAMBURU (1967-1990)
  5. Cardenal Antonio QUARRACINO (1990-1998)
  6. Cardenal Jorge Mario BERGOGLIO (1998-2013)
  7. Cardenal Mario Aurelio POLI (2013-2023)
  8. Monseñor Jorge Ignacio GARCÍA CUERVA (2023-2024)

HERÁLDICA ECLESIÁSTICA

Las normas de la heráldica eclesiástica establecen que, 
si un arzobispo es el primado del país, 
su blasón estará timbrado por
las borlas que se desprenden del capelo y serán 30 en total 
(15 de cada lado), tal como muestran las fotos. 
Esto caducará el 25 de agosto de 2024 para el arzobispo porteño: 
desde entonces tendrá sólo 20 borlas (10 por banda) a menos que sea creado cardenal de la Santa Romana Iglesia.

 

 



Escudo del Cardenal Antonio Caggiano (como Obispo de Rosario -ya siendo cardenal-
 y como Arzobispo de Buenos Aires)





Escudo del Cardenal Juan Carlos Aramburu





Escudo del Cardenal Antonio Quarracino





Escudo del Cardenal Jorge Mario Bergoglio





Escudo del Cardenal Mario Aurelio Poli