24 de abril de 2015

EN EL DÍA DEL BUEN PASTOR

UN PASTOR 

QUE LLAMA 

CON DULCES SILBOS 

Y CON LOS PIES CLAVADOS




De la extraordinaria pluma de Lope de Vega, 
unos versos que son una joya de la literatura española 
y cumbre de una espiritualidad recia.



Pastor que con tus silbos amorosos
me despertaste del profundo sueño
tú que hiciste cayado de este leño
en que tiendes los brazos poderosos;

vuelve los ojos a mi fe piadosos, 
pues te confieso por mi amor y dueño,
y la palabra de seguirte empeño,
tus dulces silbos y tus pies hermosos.

Oye, Pastor, que por amores mueres:
no te espante el rigor de mis pecados,
pues tan amigo de rendidos eres.

Espera, pues, y escucha mis cuidados;
¿pero cómo te digo que me esperes,
si estás, para esperar, los pies clavados?


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