¿Estás sufriendo una gran tribulación? —¿Tienes
contradicciones? 
    Di, muy despacio, como paladeándola, esta oración recia y
viril:
"Hágase, cúmplase,
"Hágase, cúmplase,
sea alabada y eternamente ensalzada 
la
justísima y amabilísima Voluntad de Dios, sobre todas las cosas. Amén."
Yo te aseguro que alcanzarás la paz.
(Camino, 691)

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