PRAEPARATIO AD MISSAM
pro opportunitate sacerdotis facienda
La
Iglesia, reconociendo que la Eucaristía es la fuente y el culmen de toda su
vida, ha recomendado siempre que el sacerdote que celebra el Sacrificio de la
Misa se prepare convenientemente para ello en la Sacristía, antes de entrar en
el templo.
Hay
muchas oraciones redactadas ad-hoc para dicha preparación espiritual,
especialmente para ser recitadas privadamente en la Sacristía.
Se
trata de la llamada “PRAEPARATIO AD MISSAM pro opportunitate sacerdotis facienda” donde se destaca la
oración compuesta por Santo Tomás de Aquino y la que es dirigida a la Virgen
María.
Por otra parte, existe
otro formulario oracional, llamado “ORATIONES DICENDAE CUM SACERDOS, INDUITUR
SACERDOTABILUS PARAMENTIS” (Oraciones que dice el
sacerdote al revestirse con los ornamentos sacerdotales) que especifica una
breve oración en el lavado de manos, al colocarse el amito, al revestirse con
el alba, al ajustarse el cíngulo, al ponerse la estola sobre el cuello y al
vestir la casulla. La nota explica que “mientras el sacerdote se reviste, considera cómo se preparó el Señor
para su Santísima Pasión”.
El vertiginoso ritmo
de vida que llevamos impide, muchas veces, hacer un tiempo espiritual de preparación.
Y las sacristías de los templos se convierten en lugares de charla y bullicio,
que no condice con el silencio necesario previo a la celebración de la Eucaristía.
Estas breves
oraciones, ante el Crucifijo de la Sacristía, son una ayuda para crear el “clima”
propicio que ayude a todos a participar con fruto en la Celebración Eucarística
y para manifestar seriamente lo excelso que acontecerá, al hacerse presente el
mismo Jesucristo, Pan de los Ángeles, Rey y Sacerdote eterno.
Aquí algunas de dichas oraciones,
en castellano y en latín:
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