Centro de Profesionales de la Acción Católica "SANTO TOMÁS DE AQUINO" de Buenos Aires, Argentina.

24 de agosto de 2019

EL CLAUSTRO DE SAN GALO, SUIZA


EL CLAUSTRO ROMÁNICO:
un símbolo de la civilización cristiana.


El Claustro de los monasterios tiene su origen en el complejo benedictino de San Galo, en Sankt Gallen (Suiza), levantado por monjes irlandeses hacia el año 613. El plano impreso en pergamino de este recinto es uno de los documentos más destacados del Medioevo.


En el número 5 el Claustro, anexo a la iglesia abacial


Situada al lado de la iglesia abacial, configura el centro de la clausura monástica, y poseía un patio ajardinado con una fuente en su centro, de donde siempre surge agua rumorosa.


Vale la pena conocer la estructura y diseño de este convento, donde todo está proyectado para el fin de la vida monacal: "ORA ET LABORA" (abadía, sala capitular, refectorio, granja, huerta, panadería, celdas, calefactorio, biblioteca, scriptorum...) 


El complejo abacial en la época carolingia queda reflejado en un plano elaborado de la abadía suiza de San Galo, edificado alrededor de 820, en el cual puede observarse la disposición general de un monasterio importante de la época. El aspecto general del complejo es el de una ciudad de casas aisladas con calles entre ellas. Está edificado claramente de acuerdo a la regla benedictina, que establecía que, si era posible, el monasterio contuviese todo lo necesario para la vida, así como los edificios conectados más íntimamente con la vida religiosa y social de sus internados. Su diseño fue el origen de multitud de monasterios que se levantaron por toda la cristiandad.




Verdaderas ciudadelas que hicieron grande a Europa con su vida de austeridad, estudio, oración y trabajo, siguiendo la sabia enseñanza de San Benito. Y que conforma los orígenes de nuestra civilización, hoy en decadencia.





Reconstrucción imaginaria del complejo monacal de San Galo, a partir de los planos conocidos.

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