Centro de Profesionales de la Acción Católica "SANTO TOMÁS DE AQUINO" de Buenos Aires, Argentina.

23 de octubre de 2021

EL HOMBRE NIEGA SU NATURALEZA

EN LA LUCHA POR LA FAMILIA ESTÁ EN JUEGO EL HOMBRE MISMO

  

Tres meses antes de su renuncia, el Papa Benedicto XVI presentó unas ideas de una claridad meridiana,tal como se puede apreciar en todo su Magisterio: sabio, prudente e íntegro.


Campea en toda su profunda reflexión aquello que era su lema:

“La fe y la razón son como las dos alas con las cuales el espíritu humano se eleva hacia la contemplación de la Verdad” (V.S. 1). 


Imprescindible para estos tiempos insensatos, secularizados y demagógicos...



"Hoy, el hombre niega tener una naturaleza pre-constituida por su corporeidad, que caracteriza al ser humano. Niega la propia naturaleza y decide que esta no se le ha dado como hecho preestablecido, sino que es él mismo quien se la debe crear.

Según el relato bíblico de la creación, el haber sido creado por Dios como varón y mujer pertenece a la esencia de la criatura humana. Esta dualidad es esencial para el ser humano, tal como Dios la ha dado.

Pero ya no es válido lo que leemos en el relato de la creación: 'Hombre y mujer los creó'.

No, lo que vale ahora es que no ha sido Él quien los creó varón o mujer, sino que hasta ahora ha sido la sociedad la que lo ha determinado, y ahora somos nosotros mismos quienes hemos de decidir sobre esto.

Hombre y mujer como realidad de la creación, como naturaleza de la persona humana, ya no existen.

El hombre niega su propia naturaleza.

En la actualidad, existe sólo el hombre en abstracto, que después elije para sí mismo, autónomamente, una u otra cosa como naturaleza suya.

Se niega a hombres y mujeres su exigencia creacional de ser formas de la persona humana que se integran mutuamente.

Allí donde la libertad de hacer se convierte en libertad de hacerse por uno mismo, se llega necesariamente a negar al Creador mismo y, con ello, también el hombre como criatura de Dios, como imagen de Dios, queda finalmente degradado en la esencia de su ser.

En la lucha por la familia está en juego el hombre mismo.

Y se hace evidente que, cuando se niega a Dios, se disuelve también la dignidad del hombre. Quien defiende a Dios, defiende al hombre".

 

(Discurso 21 de Diciembre de 2012)