MARÍA,
MADRE DE DIOS
MATER
DEI
MATER
ADMIRABILIS
El
título mariano de MATER DEI es el más antiguo. Ya en el año 250 los primeros
cristianos veneraban con este nombre a la Virgen Madre.
El
Concilio de Efeso, en el año 431 definió solemnemente este dogma de la Teothokos
(en griego = Dei genetrix ) en referencia a su maternidad divina.
Una
copia de la advocación romana de la SALUS POPULI ROMANI (que se venera en la
Basílica de Santa María la Mayor) fue regalada por el tercer Superior General
de los Jesuitas, San Francisco de Borja, al colegio jesuita alemán de Ingolstadt
en Baviera.
En
1603, ante esta imagen, un sacerdote jesuita, destacando la letanía mariana de
MADRE ADMIRABLE, comenzó a repetirla tres veces y, con el tiempo, pasó a
llamarse MATER TER ADMIRIBILIS.
Y
en 1915 esta advocación es adoptada por José Kentenich para el movimiento de
Schönstatt, por él fundado, con la imagen que hoy es conocida en todo el mundo.
A la MATER DEI, TER ADMIRABILIS, encomendamos el nuevo año que se inicia. La Iglesia hoy la invoca con esta oración:
POR LA
MATERNIDAD VIRGINAL DE MARÍA
FUE DADO A
LOS HOMBRES LA SALVACIÓN ETERNA.
QUE
SINTAMOS SIEMPRE
LA
INTERCESIÓN DE LA VIRGEN MADRE,
DE QUIEN
HEMOS RECIBIDO AL AUTOR DE LA VIDA,
JESUCRISTO,
NUESTRO SEÑOR.
MATER DEI ET MATER ECCLESIAE
ORA PRO NOBIS.
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