Centro de Profesionales de la Acción Católica "SANTO TOMÁS DE AQUINO" de Buenos Aires, Argentina.

24 de abril de 2021

EL BUEN PASTOR Y EL REPOSO MERIDIANO

IV DOMINGO DE PASCUA

DOMINGO DEL BUEN PASTOR

 

Algunos versos de una reflexión de San Gregorio de Nisa, Obispo y Padre de la Iglesia (330-400) en base al Cantar de los Cantares


DIME, BUEN PASTOR

¿DÓNDE LLEVAS A PASTAR A LA GREY?,

¿DÓNDE LA HACES DESCANSAR AL MEDIODÍA...?

 

+

¿Dónde pastoreas, pastor bueno,

Tú que cargas sobre hombros a toda la grey?;

(toda la humanidad, que cargaste sobre tus hombros,

es, en efecto, como una sola oveja).

Muéstrame el lugar de reposo,

guíame hasta el pasto nutritivo,

llámame por mi nombre para que yo, oveja tuya,

escuche tu Voz de vida eterna:

 

Avísame, Buen Pastor, dónde pastoreas.

 

Enséñame, pues, dónde pastoreas,

para que pueda hallar los pastos saludables

y saciarme del alimento celestial,

que es necesario comer para entrar en la vida eterna;

para que pueda acudir a la fuente

que brota hasta la vida sin fin.

 

Si de tal modo me pastoreas,

me harás recostar al mediodía,

sestearé en paz

y descansaré bajo la luz sin mezcla de sombra.

Durante el mediodía, en efecto, no hay sombra alguna,

ya que el sol está en su vértice;

bajo esta luz meridiana haces recostar a los que has pastoreado,

cuando haces entrar contigo en el aprisco.

 

Nadie es considerado digno de este reposo meridiano

si no es hijo de la Luz y del día.

Pero el que se aparta de las tinieblas,

tanto de las vespertinas como de las matutinas,

que significan el comienzo y el fin del mal,

es colocado por el sol de justicia en la luz del mediodía,

para que se recueste bajo ella.

 

Enséñame, pues, cómo tengo que recostarme y pacer,

y cuál sea el camino del reposo meridiano,

no sea que por ignorancia me sustraiga de tu dirección

y me junte a un rebaño que no sea el tuyo.




 

20 de abril de 2021

CROQUIS EN EL TIEMPO PASCUAL

 

MARAVILLOSA BUENOS AIRES


El arquitecto y dibujante José María Bayala publicó en estos días un croquis realizado “in situ” con microfibra, donde bosqueja parte de una de las torres-campanario de la Basílica del Espíritu Santo en el barrio porteño de Palermo, que asoma por encima de la fronda de las tipas de la Plaza Güemes.

Al comentar su dibujo, el artista expresa que muchas veces ha realizado bocetos y pinturas de esta fachada de la “iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe” porque su diseño le fascina.

Estas torres -cuando fueron concluidas en 1907- se divisaban a muchas cuadras. Basta pensar que sobre la costa del Río de la Plata de la incipiente ciudad de Buenos Aires, a comienzos del siglo XX, eran solamente tres las parroquias que la bordeaban en su zona norte: El Pilar (1829) en la barranca de Recoleta, La Redonda (1860) en Belgrano y Guadalupe (1901) en Palermo.



Vale la pena hacer volar la imaginación cuando estas esbeltas torres en esos lejanos tiempos eran el referente principal de miles de vecinos. Sus relojes (cuya maquinaria cumple este año su primer siglo -1921-) con sus campanadas marcaban las jornadas de trabajo y descanso del barrio, así como invitaban a la oración del Ángelus y del Regina Coeli al amanecer, al mediodía y al crepúsculo. 




La basílica tiene una planta y un diseño de un claro estilo románico-germánico, propio de la impronta de su diseñador, el talentoso arquitecto de la SVD padre Juan Beckert. En tanto que sus torres neogóticas se elevan a una altura de 54 metros, que contrasta con la horizontalidad del edificio, dándole una imponencia destacada a su magnífica fachada.

En la actualidad las torres se hallan atrapadas por cientos de edificios que las sobrepasan, como una ironía de estos tiempos...

Sin embargo, en este tiempo pascual, las “torres de Guadalupe” nos vuelven a invitar a elevar nuestra mirada espiritual hacia lo alto. Las cruces de sus cúspides parecen invocar al cielo para alabar, rendir reverencia e impetrar la ayuda del Creador, como saetas de acción de gracias hacia Quien con su muerte nos redimió y como un himno al Paráclito: VENI CREATOR SPIRITUS!







 

9 de abril de 2021

VICTIMA PASCHALIS

HOY ES PASCUA

Viernes de la Octava

 

Hoy es uno de los pocos viernes del año

que la Liturgia de la Iglesia

no considera como penitencial

ya que continuamos dentro de la Octava de Pascua.


El culto divino de esta semana (el “gran Domingo”)

está pletórico de ALELUIAS.

Y se canta la antigua secuencia pascual “Victima Paschalis”

escrita en el siglo XI.

 

Dice este hermoso himno:

 

“Ofrezcan los cristianos

ofrendas de alabanza

a gloria de la Víctima

propicia de la Pascua:

Cordero inmaculado

que a las ovejas salva”.

 

Reafirmando estas expresiones, el Prefacio Pascual reitera:

 

“…es nuestro deber y salvación
glorificarte siempre, Señor;
pero más que nunca en este Día
en que Cristo, nuestra Pascua, ha sido inmolado.

Porque Él es el verdadero Cordero
que quitó el pecado del mundo:
muriendo destruyó nuestra muerte,
y resucitando restauró nuestra vida.

Por eso, con esta efusión del gozo pascual,
el mundo entero está llamado a la alegría…”

5 de abril de 2021

EN LA PASCUA DE RESURRECCIÓN DE 1931

ACCIÓN CATÓLICA ARGENTINA 

Una historia providencial en la vida de la Iglesia en Argentina



El 5 de abril de 1931 el Episcopado argentino, mediante una Carta Pastoral colectiva, fundaba la Acción Católica Argentina, institución de laicos que alcanzó una presencia orgánica admirable en todo el país. Era el día de Pascua de resurrección de ese año...

 

Hoy rendimos homenaje agradecido especialmente a quien se reconoce como padre y fundador de la ACA, el entonces joven presbitero Antonio Caggiano, que recibió con entusiasmo el mandato del papa Pio XI e incansablemente trabajó para la conformación de sus cuatro ramas en toda la Argentina, que fueron una presencia rotunda de la Iglesia en las realidades temporales.


Se tenían muy claros los puntos identitarios que configuraron la ACA: una sólida formación, una profunda espiritualidad y una vigorosa mística apostólica, desde la fe católica conocida y vivida.


En cada parroquia, la presencia de los Círculos MAC y AJAC y de los Centros HAC y JAC, con sus Juntas, (numerosísimos en toda la geografía de la Patria) mostraban la impronta evangelizadora de los laicos, con un programa vertebrado desde la fe, sin ambages ni eufemismos, y con el mandato explícito de la jerarquía de la Iglesia.

Esa mística estaba centrada en el lema fundacional con el que recibía cada integrante el distintivo de la ACA el día de su oficialización: "recuerda que es tu deber trabajar por la Paz de Cristo en el Reino de Cristo".


Y con esa clara convicción de la necesidad de la excelencia formativa, surgieron de las filas de esa incipiente Acción Catolica, miles de vocaciones sacerdotales y religiosas, matrimonios y familias cristianas, dirigentes en todos los ámbitos de la sociedad argentina (empresas, sindicatos, política, sociedades intermedias...) docentes, profesionales y trabajadores en toda la amplia gama de actividades humanas. Lo constatamos con asombro, y vemos en ello la mano providencial del Señor. Emocionaba llegar a los lugares más remotos del país, y en recónditas capillas se encontraba un lábaro de la ACA y nos saludaba un/a joven o un/a anciano/a con la consigna tradicional: ¡ALABADO SEA JESUCRISTO!

El inolvidable Congreso Eucarístico internacional en Buenos Aires en 1934 fue una expresión patente de esa presencia católica clara y vigorosa. Así como la creación de muchas instituciones eclesiales que nacieron de la propia ACA, como el Movimiento Familiar Cristiano, los Cursillos de Cristiandad, la Universidad Católica Argentina, los Cursos de Cultura Catolica, la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa, el Partido Demócrata Cristiano, la Liga de Madres y Padres de familia...

Al recordar estas nueve décadas de vida, nos acercamos espiritualmente hasta la tumba del Cardenal Caggiano (que se halla en el altar de la capilla lateral del Sagrado Corazón en la Catedral porteña) y rezamos el Regina Caeli, encomendado a la Reina de la AC el futuro de esta querida institución que tanto bien y tantos frutos de santidad ha dado a la Iglesia y a la Argentina.

 






Y agradecemos a Dios el testimonio de palabra y de vida de tantos obispos, párrocos, asesores y dirigentes laicos que nos enseñaron a amar a Cristo y a su Iglesia con sabiduría y desde la firmeza de la fe.

 

¡AsJ!

 



3 de abril de 2021

MATER PIETATIS

 

SÁBADO SANTO

Este día la Iglesia invita a un silencio de reflexión.

En las liturgias orientales cristianas es llamado “el gran Sábado”, día de ayuno pascual y de meditación, fuertemente penitencial.

Un día de silencio, donde contemplamos aquellas verdades de la fe que recitamos en el Credo: “… muerto y sepultado, descendió a los infiernos…”

En una civilización que impone una “dictadura del ruido”, Dios nos habla en el silencio, frente a una férvida sociedad aturdida por un ritmo y una velocidad letales, agitadamente tumultuosa y con apariencia festiva. 

Como escribe magistralmente el cardenal Robert Sarah en su libro “La fuerza del silencio”:

 

“Si bien el hablar caracteriza al hombre,

el silencio es lo que lo define,

porque la palabra hablada

adquiere su sentido en virtud de ese silencio”.

 

La soledad y el silencio de la Madre de Dios ante la sepultura de su amado Hijo es expresión cabal de su asociación al sufrimiento redentor de Cristo. Ante la enfermedad y la esclavitud del ruido, de imágenes, palabras vanas y sonidos estridentes, la Mater Dolorosa nos invita a un discernimiento interior en silencio…

2 de abril de 2021

CONSUMMATUM EST

VIERNES SANTO EN LA PASIÓN DEL SEÑOR

DÍA PENITENCIAL:

AYUNO Y ABSTINENCIA

 

 

“Pater in manus tuas commendo spiritum meum

 (Lc, 23: 46).

 

“Cristo por nosotros se sometió 

incluso a la muerte y muerte de cruz.

Por eso, Dios lo exaltó

y le dio el Nombre que está sobre todo nombre,

para que al nombre de Jesús, 

se doble toda rodilla 

en el cielo, en la tierra y en los abismos

 

(De la antífona del Viernes Santo)

1 de abril de 2021

EL MISTERIO DE LA FE

JUEVES SANTO

IN COENA DOMINI


De un canto litúrgico popular, escrito por quien fuera primer Obispo de Mar del Plata, Monseñor Enrique Rau:

 

En la postrera Cena,

antes de su Pasión

dijo el Señor las frases

de la Consagración

 

Tomad, esto es Mi Cuerpo

esta Mi Sangre es

que por el mundo entrego,

Misterio de la Fe.

 

Después hacia el Calvario

para morir marchó

y en una Cruz clavado

Su Sangre derramó.

 

Hoc facite in meam commemorationem

(“Hagan esto en memoria Mía”)

  

Mysterium fidei

Mysterium tremendum

Mysterium fascinans

 

En este día, confesamos nuestra fe

en la Sagrada Eucaristía,

que renueva sacramentalmente el sacrificio de la Cruz

y nos convida al banquete pascual de la vida eterna.

 

 

Creemos

que la Santa Misa

que es celebrada por el sacerdote

representando la persona de Cristo,

en virtud de la potestad recibida por el sacramento del Orden, 

y que es ofrecida por él en nombre de Cristo

y de los miembros de su Cuerpo místico,

es realmente el sacrificio del Calvario,

que se hace sacramentalmente presente en nuestros altares.

 

 Creemos que, como el pan y el vino

consagrados por el Señor en la última Cena

se convirtieron en su Cuerpo y su Sangre,

que enseguida iban a ser ofrecidos por nosotros en la Cruz, 

así también el pan y el vino consagrados por el sacerdote

se convierten en el Cuerpo y la Sangre de Cristo,

sentado gloriosamente en los cielos;

y creemos que la presencia misteriosa del Señor

bajo la apariencia de aquellas cosas,

-que continúan apareciendo a nuestros sentidos

de la misma manera que antes-

es verdadera, real y sustancial.

 

(Credo del Pueblo de Dios, n.24, San Pablo VI)