IV DOMINGO DE PASCUA
DOMINGO DEL BUEN
PASTOR
Algunos versos de una reflexión de San Gregorio de Nisa, Obispo y Padre de la Iglesia (330-400) en base al Cantar de los Cantares
DIME, BUEN PASTOR
¿DÓNDE LLEVAS A PASTAR A LA
GREY?,
¿DÓNDE LA HACES DESCANSAR
AL MEDIODÍA...?
+
¿Dónde pastoreas, pastor bueno,
Tú que cargas sobre hombros a toda la grey?;
(toda la humanidad, que cargaste sobre tus hombros,
es, en efecto, como una sola oveja).
Muéstrame el lugar de reposo,
guíame hasta el pasto nutritivo,
llámame por mi nombre para que yo, oveja tuya,
escuche tu Voz de vida eterna:
Avísame, Buen Pastor, dónde pastoreas.
Enséñame, pues, dónde pastoreas,
para que pueda hallar los pastos saludables
y saciarme del alimento celestial,
que es necesario comer para entrar en la vida eterna;
para que pueda acudir a la fuente
que brota hasta la vida sin fin.
Si de tal modo me pastoreas,
me harás recostar al mediodía,
sestearé en paz
y descansaré bajo la luz sin mezcla de sombra.
Durante el mediodía, en efecto, no hay sombra alguna,
ya que el sol está en su vértice;
bajo esta luz meridiana haces recostar a los que has pastoreado,
cuando haces entrar contigo en el aprisco.
Nadie es considerado digno de este reposo meridiano
si no es hijo de la Luz y del día.
Pero el que se aparta de las tinieblas,
tanto de las vespertinas como de las matutinas,
que significan el comienzo y el fin del mal,
es colocado por el sol de justicia en la luz del mediodía,
para que se recueste bajo ella.
Enséñame, pues, cómo tengo que recostarme y pacer,
y cuál sea el camino del reposo meridiano,
no sea que por ignorancia me sustraiga de tu dirección
y me junte a un rebaño que no sea el tuyo.
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