3 de septiembre
SAN GREGORIO MAGNO, Papa
Padre y Doctor de la Iglesia (540-604)
Medallón mural pintado en la Basílica porteña del Espíritu Santo
Una de las figuras más descollantes de la Iglesia. En su vida se dieron los tres estados de vida: laico, monje y sacerdote, llegando a ser Obispo de Roma, admirable por su doctrina y por su celo pastoral.
La obra realizada por San Gregorio Magno fue inmensa, tanto en lo pastoral como en lo civil. Es de destacar su labor de compilación del llamado “canto gregoriano” propio del rito romano, que muestra la importancia que le otorgó a la sagrada Liturgia como culto divino.
De él podemos decir aquella frase clásica, que define a un verdadero Pastor:
“EL GOZO Y LA GLORIA DE UN PASTOR
ES LA SANTIDAD DE SUS FIELES”.
El Papa Benedicto XVI, en una de sus Catequesis, dijo de él:
"Era un hombre inmerso en Dios: el deseo de Dios estaba siempre vivo en el fondo de su alma y, precisamente por esto, estaba siempre muy atento al prójimo, a las necesidades de la gente de su época. En un tiempo desastroso, más aún, desesperado, supo crear paz y dar esperanza. Este hombre de Dios nos muestra dónde están las verdaderas fuentes de la paz y de dónde viene la verdadera esperanza; así se convierte en guía también para nosotros hoy».
FOTO: Vitral de la fachada de la Basílica del Espíritu Santo, colocado con gran acierto iconográfico detrás del órgano de tubos. La foto es desde el interior del templo y se tomó cuando los tubos fueron retirados para su restauración en 2014, y puede apreciarse, a manera de “marco” una parte del artesonado en madera de la caja del órgano.
Es uno de los doce Patronos de la Congregación del Verbo Divino, establecidos por su fundador, San Arnoldo Janssen en 1905.
La oración que se rezaba en las comunidades verbitas dice:
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