Centro de Profesionales de la Acción Católica "SANTO TOMÁS DE AQUINO" de Buenos Aires, Argentina.

21 de diciembre de 2024

+ CARLOS SACHERI, a medio siglo de su asesinato (22 de diciembre de 1974)

 

+ CARLOS SACHERI (1933-1974)


 

In memoriam a los 50 años de su asesinato

 


Hace ahora medio siglo, el 22 de diciembre de 1974, fue asesinado este eminente profesor de filosofía, a los 41 años de edad. El autodenominado Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) se atribuyó la autoría de este episodio cruel de la historia reciente de la Argentina. Ocurrió cuando la familia Sacheri regresaba a su casa, después de participar en la misa dominical de la Catedral de San Isidro.



Carlos Sacheri con su esposa y sus siete hijos


Su gran talento convocaba a muchos jóvenes universitarios de la AGRUPACIÓN MISIÓN en Buenos Aires. Eran exposiciones claras, convincentes, con un pensamiento arquitectónico que traslucía su fe católica. Poseía ese talento natural de presentar la Verdad con claridad y sin rodeos.



SU VIDA


Sacheri de joven fue miembro de la Acción Católica Argentina en la parroquia porteña del Pilar. Fue un filósofo, formado en el país y en Canadá en la Universidad Laval, de Québec.


Puede decirse que su especialidad era la presencia católica en un mundo secularizado que estaba abandonado sus raíces cristianas.

Sus fuentes fueron la filosofía clásica y la obra de Santo Tomás de Aquino. Su formación cultural y sociológica (como discípulo de dos grandes: el Padre Julio Menvielle y el Dr. Emilio Komar) estaba constituída por un conocimiento amplísimo de la realidad contemporánea y de sus raíces. La Doctrina Social de la Iglesia fue un objeto principalísimo de sus artículos y conferencias, que multiplicaba en los más diversos ambientes, tanto el académico como en parroquias porteñas de barrio.


Monseñor Octavio Derisi, fundador de la UCA convocó a Sacheri, donde fue profesor en las entonces facultades de Ciencias Económicas y Sociales, Derecho y Ciencias Políticas, y Filosofía, al tiempo que tuvo también cátedras en las universidades de Buenos Aires (UBA), de Laval (Canadá), Libre de París (Francia), Católica de Valparaíso (Chile) y Andrés Bello (Venezuela).


Cuando tenía 41 años, en el apogeo de su trayectoria docente y apostólica. una célula-comando guerrillera del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) lo asesinó en presencia de su esposa y de sus siete hijos -de entre 2 y 14 años de edad-, cuando salían de misa de la catedral de San Isidro para regresar a su hogar.


Entre sus frases recordadas, se destaca una que repetía y que lo pinta de cuerpo entero: “No hay corazones sanos, cuando no hay cabezas sanas”. Y añadía: “el hombre, como el pez, se pudre por la cabeza”, en referencia a la decadencia dirigencial del país, en todos sus ámbitos.

Se puede afirmar que fue el laico católico más relevante de su generación. Su personalidad se extendía al orden político (la vida de la pólis), por encima de la pertenencia a un partido.


Hizo una crítica contundente a las corrientes materialistas del socialismo-marxista y del liberalismo a ultranza, que se inficionaban en las cátedras educativas. Lo hizo con serenidad
gallardía y visión profética.


Cuando el ERP llevó al terrorismo la cultura gramsciana, Sacheri supo advertir que se estaba gestando una infiltración sutil en la Iglesia, con elementos marxistas que alentaban la dialéctica de clases, ajenos a la fe.


La herencia de Sacheri se encuentra en sus dos libros: ‘El Orden natural’ y ‘La Iglesia clandestina’.


‘El Orden natural’ es una obra de filosofía, expuesta con claridad y exactitud. La noción de orden (ordo) es metafísica, y -desde esa altura de los primeros principios de la realidad- ilumina el campo socio-político. La inspiración de la obra de Sacheri está en el pensamiento de Santo Tomás de Aquino. Lo mismo puede decirse del concepto de naturaleza (natura), actualmente negado o preterido


Negando la realidad de la naturaleza no se puede comprender a la persona humana; el hombre se convierte en un enigma y todo lo que pertenece a su desarrollo, su vida, su destino, el matrimonio y la familia quedan desvirtuados. Lo antinatural se convierte en natural. En esto reside la perversidad de una cultura que se impone forzando la realidad. La lectura de ‘El Orden natural’ resulta más importante hoy que en el tiempo de su edición.


‘La Iglesia clandestina’ es un crítica teológica e histórica, que ilumina una época turbulenta, hoy desconocida.


Nuestro homenaje a un laico cabal, sin vueltas. Una personalidad de brillante inteligencia que vislumbró como pocos los profundos cambios revolucionarios que acechaban al comenzar los años ´70, y que desangraron a la Argentina en una cruel división.  


Una grieta alimentada por ideologías oscuras que calaron en muchos jóvenes idealistas y dispararon una ola de violencia espantosa.

Sacheri no fue sólo un teórico. Sintió a lo vivo que el amor a la Verdad se manifiesta viviéndola, y la encarnó como nadie, viviéndola, enseñándola positivamente y combatiendo el error. Combatió el error no sólo en sus principios, sino en sus aplicaciones… Hombre con capacidad teorética como el que más. Hombre de pensamiento como nadie. Y hombre de acción… ¡Qué discípulo de Santo Tomás: ‘Transmitir a otros lo contemplado’! Hasta la muerte. Literalmente.” (Hernández, Héctor, Apuntes para una biografía de Sacheri, Cuadernos de Espiritualidad y Teología, nº 24, San Luis, 1999, pág. 209 y 181)

Sus hijos invitan a participar de la Misa que, en su memoria, se celebrará en el mismo templo al que asistía regularmente con su familia, donde participó del último sacrificio eucarístico. Será el 22 de diciembre a las 11:00 en la Catedral de San Isidro.

Q.E.P.D..

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