El "lirio de las pampas"
Ceferino Namuncurá nació en Chimpay, el 26 de agosto de 1886. Hijo del cacique Manuel Namuncurá y de la cautiva Rosario Burgos. Fue bautizado y educado por los salesianos, y murió en Roma en 1905, cuando realizaba sus estudios para ser ordenado sacerdote.
“Ceferino encarna en sí los sufrimientos, las angustias y las aspiraciones de su gente, la misma gente que a lo largo de los años de su adolescencia encontró el Evangelio y se abrió al don de la fe bajo la guía de sabios educadores salesianos.
Hay una expresión que recoge todo su programa: "Quiero estudiar para ser útil a mi pueblo". En efecto, Ceferino quería estudiar, ser sacerdote y volver entre su gente para contribuir al crecimiento cultural y espiritual de su pueblo, como había visto hacer a los primeros misioneros salesianos.
No se le puede comparar con un meteoro que atraviesa imprevistamente el cielo de la humanidad, sino que más bien es el fruto de una larga y silenciosa génesis de una familia y de un pueblo que quieren plasmar en aquel hijo sus mejores cualidades” (De la Carta del Superior General de los salesianos ante su beatificación en 2007).
A Ceferino Namuncurá le pedimos su intercesión por la grave situación que se vive en la actualidad en sus queridas tierras patagónicas. Que la paz y la concordia abran caminos de progreso y de serenidad para todos los argentinos.
De la oración colecta de la Misa de hoy
“Dios todopoderoso y eterno,
que en el Beato Ceferino Namuncurá,
hijo de la tierra patagónica,
ofreces a los jóvenes un alegre ejemplo de santidad,
concédenos por su intercesión
ser ardientes misioneros de tu Reino para nuestro pueblo,
realizando, con amor y fortaleza, las tareas de cada día”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario