DURA LEX
Por un diálogo honesto.
Un artículo breve y
conciso, de gran claridad y honestidad intelectual.
Publicado hoy en un blog argentino a raíz de la votación en la Cámara de Diputados de la llamada ley del aborto (10 de diciembre de 2020)
Dura lex, sed
lex decían los romanos.
La ley puede
entenderse como mera convención humana o como el reflejo de un orden
intrínseco. Pero ¿qué justicia puede esperarse si la ley depende del capricho
del legislador?
Sin el respaldo
del ius, la lex pierde referencia moral. Y puede
llegar a ser un instrumento de suma injusticia. "Si el gobernante promulga
leyes que sobrepasan los poderes que tiene encomendados... tales disposiciones
tienen más de violencia que de ley. Porque, como dice san Agustín en I De
lib. arb.: la ley, si no es justa, no parece que sea ley" (STh I-II
96,4 sol).
Llama la atención
que teniendo todavía fresca la memoria de los atropellos de las dictaduras del
siglo XX no seamos más exigentes al momento de fundamentar nuestras leyes.
¿En verdad seguimos
adhiriendo al positivismo jurídico? ¿No nos merecemos una autocrítica?
Ley verdadera es la
que siembra la justicia. ¿Y cómo se reconoce lo justo? Mediante la razón. ¡Qué progresista
resulta santo Tomás!, tan ignorado en estos días: "la disciplina humana
debe someterse en primer lugar al orden de la razón, lo que se indica con la
palabra «justa»" (STh I-II 95, 3sol).
Entremos ahora en
materia.
§ ¿Tiene el
legislador poder para decidir sobre una vida humana? No.
§ ¿Es el embrión una
vida humana? Sí.
§ ¿Quién lo dice? La
ciencia genética.
§ ¿Y qué pasa si esa
ley altera mis planes? Dura lex, sed lex.
Porque la defensa
del que está por nacer refleja una sabiduría de siglos y siglos, que no depende
de la inteligencia de unos pocos sino que constituye la piedra fundamental de
toda convivencia humana: ¡NO MATARÁS!.
¿Es que ya no corre
lo de Cicerón? Salus populi suprema lex est - la suprema ley es la
salud del pueblo, su sanidad, su bien (De legibus 3,3).
¿Es el embarazo una enfermedad? ¿Qué bondad hay en legislar para interrumpir la
vida que llega como un don?
Una nación
que aborta es una nación más pobre, más traumada; menos dotada, menos alegre.
Los defensores del
aborto dicen hablar en nombre de la razón. Pero cuál es esa razón que no
encuentra asidero en la ciencia, sino más bien contradicción.
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