SAN JUAN PABLO II
Un dignísimo Sucesor de San Pedro
El 18 de mayo de 1920 nacía
en Wadowice, Polonia, Karol WoJtyla, hace 100 años.
Polonia se ha caracterizado -en su historia
como nación- por ser SEMPER FIDELIS. A comienzos del siglo XX eran tiempos de
austeridad y de una fe firme. Y este dilecto hijo de esa tierra fue un
fruto precioso de la patria polaca.
Todos
conocemos su historia, marcada por el esfuerzo, la contrariedad y las
vicisitudes de la historia del siglo XX. Fue un testigo y protagonista principal
de la historia del siglo pasado.
Justamente en Polonia, y en su época de
joven, se instalaron dos sistemas ideológicos perversos. EL COMUNISMO Y EL
NAZISMO, ambos esencialmente ateos.
Fue obrero en una cantera y seminarista
clandestino. Como dice Benedicto XVI en su carta de hace unos pocos días al
Cardenal Stanislaw
Dziwisz, estudió con viejos libros de Filosofía y Teología, en la
perenne luz de la escolástica tomista. Ordenado sacerdote fue un gran asesor de
grupos universitarios en Cracovia y profesor de Teología Moral. Luego fue
obispo auxiliar, y finalmente titular de Cracovia.
Su pontificado es el tercero más extenso de
la historia: casi 27 años 1978-2005 (luego de Pio X y San Pedro)
Juan Pablo II es sucesor de una serie de
Papas admirables, cada cual con su estilo, desde el tiempo de San Pío X.
Su ministerio petrino fue brújula segura en
el camino de la Iglesia. Tenía muy claro que la misión del sucesor de Pedro es ser
principio perpetuo y fundamento visible de la unidad de fe de la Iglesia
UNA BREVE SEMBLANZA
SAN JUAN PABLO II (1920-2005)
1.
Su piedad
eucarística y mariana
2.
Su amor a la
Patria y a sus tradiciones
3.
Su amor a la
Iglesia
4.
Protagonista
principal del siglo XX
5.
Providencial para
la Argentina
6.
Su Magisterio y
sus líneas pastorales.
COROLARIO
Dos citas de la Carta del Papa Emérito Benedicto XVI
al conmemorarse el centenario del nacimiento de Karol Woityla
Algunos
puntos de su vida y ministerio sagrado:
En el Corpus de 2004, en Roma, en el ocaso de su vida. Quiso acompañar a Cristo Eucaristía en toda la procesión desde San Juan de Letrán a Santa María la Mayor. Y se arrodilló, con una enorme dificultad física, ante la Sagrada Presencia.
1.
Una piedad eucarística y mariana que sobresalía en su
vida.
-
Pasaba
largo tiempo en su Capilla del Palacio Apostólico, muchas veces se lo vio
postrado ante el Sagrario. Y llevaba la documentación importante para
considerarla ante el Señor Eucarístico.
-
Su
lema episcopal TOTUS TUUS EGO SUM VIRGO MARIAE tomado de San Alfonso María de
Ligorio. El atentado que sufriera en una Plaza de San Pedro multitudinaria, el 13 de mayo de 1981, lo dejó agonizante. Su desenlace lo atribuyó a la
maternal intercesión de Nuestra Señora de Fátima. Visitó todos los santuarios marianos
importantes del mundo.
2.
Su amor a la Patria y a sus tradiciones
Inolvidable es su
gesto en los 104 viajes internacionales que realizaba, al llegar a cada lugar,
para besar su suelo, que lo pinta de cuerpo entero. Contrasta seriamente con la lógica
globalista sin historia que hoy se busca imponer.
3.
Su amor a la Iglesia.
Que fue un elemento
permanente de su magno Magisterio, laboriosamente preparando por su ghost writer, el
Cardenal Joseph Ratzinger, a partir de sus indicaciones precisas. 14 Encíclicas, 15 Exhortaciones
apostólicas, 11 Constituciones apostólicas y 45 Cartas apostólicas.
Y ello queda patente
en la publicación del nuevo CODIGO DE
DERECHO CANÓNICO y en el CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA, dos obras
principalísimas para estos tiempos.
Visitó 317
parroquias romanas como Obispo de esa Diócesis. E hizo 146 visitas a diócesis y
parroquias de Italia.
Convocó al Jubileo Universal del 2000. Así como el
Año Santo de la Redención ("Aperite
portas Redemptori", 1983), el Año Mariano
y el Año Eucarístico.
Convocó a 15 Asambleas Sinodales y a la Jornada Mundial de la Juventud, cuyo
primer encuentro fue en Buenos Aires, con una multitud de fieles que nunca se vio en la urbe porteña.
Realizó 1160 Audiencias Generales multitudinarias,
con ciclos de temas inolvidables como LA TEOLOGÍA DEL CUERPO, LA VIRGEN MARÍA... Recuperó con esta convocatoria el tradicional oficio del Obispo pedagogo.
-
Convocó a 7
Ordinarios y 8 Extraordinarios
- 1978
EL CATECISMO EN NUESTRO TIEMPO (CATHEQUESI TRADENDAE)
- 1980
LA FAMILIA CRISTIANA (FAMILIARIS CONSORTIO)
- 1983
LA PENITENCIA Y EL PERDÓN EN LA IGLESIA (RECONCILIATIO ET PENITENTIAE)
- 1987
LA VOCACIÓN Y MISIÓN DE LOS LAICOS EN LA IGLESIA Y EN EL MUNDO (CHRISTIFIDELES
LAICI)
- 1990
LA FORMACIÓN DE LOS SACERDOTES EN LA ACTUALIDAD (PASTORE DABO VOBIS)
- 1994
LA VIDA CONSAGRADA Y SU MISIÓN EN LA IGLESIA Y EN EL MUNDO (VITA CONSACRATA)
- 2001
EL OBISPO, SERVIDOR DEL EVANGELIO (PASTORES GREGIS)
- 2005
LA EUCARISTÍA: FUENTE Y CULMEN DE LA VIDA DE LA IGLESIA ( el último Sínodo ordinario que convocó)
4.
Fue el gran protagonista del siglo XX
La caída del muro
de Berlín y de la cortina de hierro, con el derrumbe del estado soviético son episodios
principales en la historia de su vida. Sólo ver sus funerales del 8 de abril de
2005 en la Plaza de San Pedro desbordante de fieles, con 75 jefes de Estado, hablan
de su protagonismo indudable.
5. Providencial
para la Argentina:
Todos recordamos a
su legado, el cardenal Antonio Samoré en el litigioso conflicto con Chile, y su venida en 1982 (al
concluir la Guerra de Malvinas)
Su viaje pastoral
de 1987 a nuestro país fue muy intenso: del 6 al 12 de abril visitó diez ciudades: Buenos Aires, Bahía Blanca, Viedma,
Mendoza, Córdoba, Tucumán, Salta, Corrientes, Paraná y Rosario, con un mensaje
específico para cada una de ellas.
6. Su magisterio y sus líneas pastorales: Herencia
espiritual de una magnitud superlativa.
Es impresionante recorrer su labor magisterial en documentos
escritos, homilías, discursos, cartas, oraciones y alocuciones, como en cada
Angelus.
La enunciación de alguno de sus documentos nos muestra esa
envergadura:
El tríptico referido
a la Trinidad, un misterio al que siempre recurría
REDEMPTOR HOMINIS
(1979)
DIVES IN MISERICORDIA (1980)
DOMINUM ET VIVIFICANTEM (1986)
Su referencia a la
Eucaristía, los Sacramentos y la Liturgia
ECCLESIA DE EUCHARISTÍA VIVIT (2003) última
DIES DOMINI
La Doctrina Social
LABOREM EXCERCENS (1981)
CENTESIMUS ANNUS
(1991)
SOLLICITUDO REI
SOCIALIS (1987)
EVANGELIUM VITAE (1995)
Santísima Virgen y
San José
REDEMPTORIS MATER (1987)
REDEMPTORIS CUSTOS (1989)
La inteligencia de
la fe
FIDES ET RATIO (1998)
VERITATIS SPLENDOR (1993)
COROLARIO
Unos
párrafos de la carta de hace unos días que escribió el Papa emérito Benedicto
XVI. Lo recuerda así:
Cuando el cardenal Wojtyla fue elegido sucesor de
San Pedro el 16 de octubre de 1978, la Iglesia estaba en una situación desesperada.
Las deliberaciones del Concilio se presentaban al público como una disputa
sobre la fe misma, lo que parecía privarla de su certeza indudable e
inviolable.
Una tarea que superaba las fuerzas humanas esperaba al nuevo
Papa. Sin embargo, desde el primer momento, Juan Pablo II despertó un nuevo
entusiasmo por Cristo y su Iglesia. Primero lo hizo con el grito del sermón al
comienzo de su pontificado: «¡No
tengan miedo! ¡Abran, sí, abran de par en par las puertas a Cristo!»
Este tono finalmente determinó todo su pontificado.
Durante
los casi 2.000 años de historia del papado, el título «Magno» sólo prevaleció para dos papas:
León I (440-461) y Gregorio I (590-604). La palabra «magno» tiene una connotación
política en ambos, en la medida en que algo del misterio de Dios mismo se hace
visible a través de la actuación política. A través del diálogo, León Magno
logró convencer a Atila, el Príncipe de los Hunos, para que perdonara a Roma,
la ciudad de los príncipes de los apóstoles Pedro y Pablo. Desarmado, sin poder
militar o político, sino por el solo poder de la convicción por su fe, logró
convencer al temido tirano para que perdonara a Roma. El espíritu demostró ser
más fuerte en la lucha entre espíritu y poder.
El Papa
Gregorio I también logró proteger a Roma contra los lombardos, de nuevo al
oponerse el espíritu al poder y alcanzar la victoria del espíritu.
Si
comparamos la historia de los dos Papas con la de Juan Pablo II, su similitud
es evidente. Juan Pablo II tampoco tenía poder militar o político.
Durante las deliberaciones sobre la forma futura de Europa y Alemania, en febrero de 1945, se observó que la opinión del Papa también debía tenerse en cuenta. Entonces Stalin preguntó: «¿Cuántas divisiones tiene el Papa?».
Es claro que el Papa no tiene divisiones a su disposición. Pero el poder de la fe resultó ser un poder que finalmente derrocó el sistema de poder soviético en 1989 y permitió un nuevo comienzo. Es indiscutible que la fe del Papa fue un elemento esencial en el derrumbe del poder comunista. Así que la grandeza evidente en León I y Gregorio I es ciertamente visible también en Juan Pablo II.
Durante las deliberaciones sobre la forma futura de Europa y Alemania, en febrero de 1945, se observó que la opinión del Papa también debía tenerse en cuenta. Entonces Stalin preguntó: «¿Cuántas divisiones tiene el Papa?».
Es claro que el Papa no tiene divisiones a su disposición. Pero el poder de la fe resultó ser un poder que finalmente derrocó el sistema de poder soviético en 1989 y permitió un nuevo comienzo. Es indiscutible que la fe del Papa fue un elemento esencial en el derrumbe del poder comunista. Así que la grandeza evidente en León I y Gregorio I es ciertamente visible también en Juan Pablo II.
Y concluye el Papa emérito su carta con estas palabras:
Es muy cierto que el poder y la bondad de Dios se hicieron visibles para
todos nosotros en Juan Pablo II. En un momento en que la Iglesia sufre
nuevamente la aflicción del mal, este es para nosotros un signo de esperanza y
de confianza de la Divina Providencia.
SANCTUS IOANNES PAULUS PP II
Ora pro Ecclesiae!
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