R.P. Juan Schütte svd
(1913-1971)
IN MEMORIAM
VI Superior general
de la Congregación del Verbo Divino (1958-1967)
El próximo 18 de
Noviembre de 2021 se cumplen los 50 años de su fallecimiento.
Al concluir su intenso mandato como 6º
Superior General de la Congregación del Verbo Divino, en 1967, el recordado P.
Juan Schütte SVD fue nombrado por el entonces Papa Pablo VI como Pro-scretario
del Pontificio Consejo "Justitia et Pax”, recién creado post Concilio
Vaticano II.
Precisamente vale recordar que, durante
las sesiones del Concilio, el p. Schütte había tenido un desempeño decisivo en
la elaboración del documento sobre la actividad misionera de la Iglesia “Ad
Gentes” (Decreto que así alcanzó la máxima aprobación entre todos los del
Concilio) liderando el trabajo de un selecto grupo de expertos, entre los que
se encontraban el entonces obispo Fulton Sheen, el luego cardenal Ives Congar y
el p. Joseph Ratzinger, luego papa Benedicto XVI.
En el agitado año 1968, en su calidad
de miembro de la Santa Sede, el P. Schütte participó como "Observador
Católico" en la asamblea del Consejo ecuménico de iglesias.
En esa ocasión, como base de discusión
existía un esbozo elaborado por la Central de Ginebra, una suerte de
“correlato” ecuménico de aquel documento católico Ad Gentes. Resulta
interesante repasar las agudas consideraciones que le merecieron al P. Schütte
algunas propuestas e ideas desde las que ya se comenzaba a “releer” el
Concilio. Así escribía sobre el documento que se discutía:
Este borrador trata, con formulaciones parcialmente
dialécticas, de mostrar una nueva visión de la Misión y de las tareas misionales.
Se ocupa también de temas delicados y "candentes", por ejemplo, de la
cuestión "Movimientos revolucionarios", del Diálogo con los
No-Cristianos, de las subculturas religiosas, de la libertad para los
instrumentos de misión, de los "lugares de tensión". En este sentido,
la finalidad de este borrador debe considerarse positiva en general. No
obstante, a mi parecer tiene defectos graves y esenciales.
En una intervención mencioné los siguientes
defectos y problemas abiertos:
1. ¿Cómo
se entiende aquí "Misión"? ¿Qué es Misión? En el Documento no se dice
claramente, ni siquiera aproximadamente, qué se entiende por Misión. El
concepto y la exposición del "nuevo hombre" y de la "nueva
humanidad" son tan vagos y generales que, al final, toda actividad al
servicio del hombre puede verse y comprenderse como "Misión''..
2. ¿Cuál
es la meta de la Misión? ¿Es puramente humanitaria? ¿La construcción de una
nueva humanidad en sentido material, cultural, social, es decir: secular? ¿No
se trata más bien, esencial y primariamente, de predicar a Cristo y su Buena
Nueva y la formación del hombre nuevo en Cristo?
3. ¿Es
Cristo solamente el punto de partida del nuevo hombre, modelo e imagen? ¿O no
es también, mediante su Muerte redentora y Resurrección, la causa esencial, el
factor determinante y la meta propiamente dicha?
4. ,
¿Quién es el sujeto de la Misión? ¿Nosotros solamente como individuos? ¿No
tenemos nosotros, como comunidad, como Cuerpo de Cristo y con ello como
Iglesia, el encargo y la responsabilidad misional? ¿Por qué no aparece la
Iglesia como sujeto de la Misión?
5. No
se subraya la urgencia de la Misión en el mundo no-cristiano y por él. No se
dice ni una palabra sobre los más de 2 billones de no-cristianos, a los que se
les debe llevar y predicar a Cristo.
6. ¿En
qué consiste propiamente la nueva dimensión de la Misión? ¿Renovación y vuelta
a empezar? ¿Recomenzar en nuevas dimensiones y situaciones, apertura e impulso
hacia adelante? ¿Al encuentro del Señor que llega, en visión
escatológica?
Mis observaciones e interrogantes recibieron una aceptación
muy positiva y fueron incorporadas en gran parte en la redacción.
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