Centro de Profesionales de la Acción Católica "SANTO TOMÁS DE AQUINO" de Buenos Aires, Argentina.

10 de noviembre de 2021

LA MISIÓN AD GENTES Y EL PROSELITISMO

 

R.P. Juan Schütte svd (1913-1971)

IN MEMORIAM

VI Superior general de la Congregación del Verbo Divino (1958-1967)


El próximo 18 de Noviembre de 2021 se cumplen los 50 años de su fallecimiento.




 

Al concluir su intenso mandato como 6º Superior General de la Congregación del Verbo Divino, en 1967, el recordado P. Juan Schütte SVD fue nombrado por el entonces Papa Pablo VI como Pro-scretario del Pontificio Consejo "Justitia et Pax”, recién creado post Concilio Vaticano II.

 

Precisamente vale recordar que, durante las sesiones del Concilio, el p. Schütte había tenido un desempeño decisivo en la elaboración del documento sobre la actividad misionera de la Iglesia “Ad Gentes” (Decreto que así alcanzó la máxima aprobación entre todos los del Concilio) liderando el trabajo de un selecto grupo de expertos, entre los que se encontraban el entonces obispo Fulton Sheen, el luego cardenal Ives Congar y el p. Joseph Ratzinger, luego papa Benedicto XVI.   

 

En el agitado año 1968, en su calidad de miembro de la Santa Sede, el P. Schütte participó como "Observador Católico" en la asamblea del Consejo ecuménico de iglesias.  

 

En esa ocasión, como base de discusión existía un esbozo elaborado por la Central de Ginebra, una suerte de “correlato” ecuménico de aquel documento católico Ad Gentes. Resulta interesante repasar las agudas consideraciones que le merecieron al P. Schütte algunas propuestas e ideas desde las que ya se comenzaba a “releer” el Concilio.   Así escribía sobre el documento que se discutía:

 

Este borrador trata, con formulaciones parcialmente dialécticas, de mostrar una nueva visión de la Misión y de las tareas misionales. Se ocupa también de temas delicados y "candentes", por ejemplo, de la cuestión "Movimientos revolucionarios", del Diálogo con los No-Cristianos, de las subculturas religiosas, de la libertad para los instrumentos de misión, de los "lugares de tensión". En este sentido, la finalidad de este borrador debe consi­derarse positiva en general. No obstante, a mi parecer tiene defectos graves y esenciales. 

En una intervención mencioné los siguientes defectos y problemas abiertos: 

 

1.   ¿Cómo se entiende aquí "Misión"? ¿Qué es Misión? En el Documento no se dice clara­mente, ni siquiera aproximadamente, qué se entiende por Misión. El concepto y la exposición del "nuevo hombre" y de la "nueva humanidad" son tan vagos y generales que, al final, toda actividad al servicio del hombre puede verse y comprenderse como "Misión''.. 

 

2.  ¿Cuál es la meta de la Misión? ¿Es puramente humanitaria? ¿La construcción de una nueva humanidad en sentido material, cultural, social, es decir: secular? ¿No se trata más bien, esencial y primariamente, de predicar a Cristo y su Buena Nueva y la formación del hombre nuevo en Cristo? 

 

3.  ¿Es Cristo solamente el punto de partida del nuevo hombre, modelo e imagen? ¿O no es también, mediante su Muerte redentora y Resurrección, la causa esencial, el factor determinante y la meta propiamente dicha? 

 

4.  , ¿Quién es el sujeto de la Misión? ¿Nosotros solamente como individuos? ¿No tenemos nosotros, como comunidad, como Cuerpo de Cristo y con ello como Iglesia, el encargo y la responsabilidad misional? ¿Por qué no aparece la Iglesia como sujeto de la Misión? 

 

5.  No se subraya la urgencia de la Misión en el mundo no-cristiano y por él. No se dice ni una palabra sobre los más de 2 billones de no-cristianos, a los que se les debe llevar y predicar a Cristo. 

 

6.  ¿En qué consiste propiamente la nueva dimensión de la Misión? ¿Renovación y vuelta a empezar? ¿Recomenzar en nuevas dimensiones y situaciones, apertura e impulso hacia ade­lante? ¿Al encuentro del Señor que llega, en visión escatológica? 


    Mis observaciones e interrogantes recibieron una aceptación muy positiva y fueron incorporadas en gran parte en la redacción. 




 

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