LA
PLENITUD DE LOS TIEMPOS:
EL
VERBO DIVINO SE HACE HOMBRE
La famosa pintura del Beato Fra Angélico:
"LA ANUNCIACIÓN DEL SEÑOR" (c.1430, Museo del Prado)
(El momento del anuncio del àngel Gabriel a Marìa)
Hoy, 25 de marzo, la Iglesia nos invita a recordar lo que San
Pablo llama “LA PLENITUD DE LOS TIEMPOS” (Gal 4,4): la
fecha histórica en que el Hijo eterno de Dios toma naturaleza humana en el
humilde poblado de Nazareth, en la casa de la Virgen María.
Nueve meses antes de la Navidad, memoramos un momento grande de nuestra redención: cuando al FIAT VOLUNTAS TUA (“Hágase en mí
según tu Voluntad”) de María Virgen, el Verbo se hace hombre en su seno
santísimo.
Por eso hoy, al profesar nuestra fe cuando
rezamos el Credo, hacemos una genuflexión al decir las palabras “…que por nosotros
los hombres y por nuestra salvación bajó del cielo, y por obra del Espíritu
Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre”.
Es la misma genuflexión que se prescribe en el
rezo del Ángelus, cuando recordamos “Y EL VERBO SE HIZO CARNE, Y HABITÓ ENTRE
NOSOTROS”
Con este gran misterio de nuestra fe celebramos también en la Argentina el DÍA DEL NIÑO POR NACER, teniendo presente que la vida humana es
sagrada desde su concepción.
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