TRES
De tanto en tanto, o en
temporadas de manera continua, tres tentaciones acechan el corazón de un
creyente, y especialmente de un sacerdote o un consagrado.
Porque vivimos en un mundo
que quiere o siente que ha "expulsado a Dios del paraíso de los
hombres", donde Dios, su Palabra, su llamado, su Presencia, molestan,
incomodan.
Los creyentes somos a
menudo acusados de "aguafiestas", de "enemigos del progreso y de
la libertad", de personas anticuadas y retrógradas, sobrevivientes de un
mundo que ya no existe.
Ahí surgen y se manifiestan
con fuerza, tres tentaciones:
- NOSTALGIA por el pasado
- TRISTEZA por el tiempo presente
- DESESPERANZA por el futuro.
Y no te voy a negar que existen
razones para estas tres actitudes, y no te voy a negar que la fuerza del mal y
del pecado parece algunas veces triunfar, y provoca un cansancio y un desgaste
difícil de resistir.
Sin embargo, basta que CRISTO
RESUCITADO se manifieste, basta que puedas vivir un momento de encuentro con
Él, que vuelvas a sentir y saber que ÉL ESTÁ VIVO, que ha vencido al mal, a la
muerte y al pecado, para que estos tres enemigos poderosos se empequeñezcan y
hasta desaparezcan.
Y es que cuando te das
cuenta de este Cristo vivo y su poder, podés mirar nuevamente:
- El pasado con gratitud y humildad.
- El presente con alegría y serenidad.
- El futuro con ilusión y audacia.
¡Que no nos venza el mal!
¡Que no nos resignemos a un mundo sin Dios, porque un mundo sin él es un mundo
sin amor, y un mundo sin amor es el infierno!
Animate a confiar y a
creer. Él está con nosotros siempre.
P. Leandro Bonnin
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