LA CONVERSIÓN
DE SAN PABLO
El Camino de Damasco
es un episodio que narra el Libro de los Hechos de los
Apóstoles (cfr. 22, 3-16).
Es toda una alegoría de la vida del hombre.
El tesoro maravilloso de la Liturgia canta este hecho con
palabras sublimes.
Aquí el HIMNO DE LAUDES:
DEJAD LAS ARMAS Y TOMAD LA PLUMA
Con presunción de bélico soldado,
galán sale feroz, Pablo, atrevido,
que, si ahora en la cuenta no ha caído,
caerá muy presto del primer estado.
¿Adónde vais, Pablo, de soberbia armado,
para quedar con una voz vencido?
Seguid las letras, ¿dónde vais perdido?,
que habéis de ser doctor del mayor grado.
Aunque valor vuestra persona encierra,
no es bien que nadie contra Dios presuma:
que dará con los ojos por la tierra.
La Iglesia espera vuestra docta suma:
mirad que no sois vos para la guerra,
dejad las armas y tomad la pluma. Amén.
Con presunción de bélico soldado,
galán sale feroz, Pablo, atrevido,
que, si ahora en la cuenta no ha caído,
caerá muy presto del primer estado.
¿Adónde vais, Pablo, de soberbia armado,
para quedar con una voz vencido?
Seguid las letras, ¿dónde vais perdido?,
que habéis de ser doctor del mayor grado.
Aunque valor vuestra persona encierra,
no es bien que nadie contra Dios presuma:
que dará con los ojos por la tierra.
La Iglesia espera vuestra docta suma:
mirad que no sois vos para la guerra,
dejad las armas y tomad la pluma. Amén.
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