UN SAGRADO ICONO DEL ADVIENTO

 LA IMAGEN DE LA VIRGEN DE GUADALUPE ES UN VERDADERO ICONO DEL ADVIENTO

  

La imagen de la Virgen de Guadalupe, plasmada en la tilma del indio San Juan Diego en el cerro Tepeyac en México, en el Adviento de 1536, es un sagrado y admirable icono. Tiene una multitud de signos y símbolos de gran trascendencia religiosa.

Nos vamos a referir a tres dibujos (ver las fotos adjuntas) que se encuentran plasmados “por manos no humanas” en esta venerada imagen mariana, y que son un canto de oración al Altísimo:

1.  La CINTA OSCURA ANUDADA  sobre el vientre de la Virgen anuncia su maternidad. Es una mujer “en cinta”, es una mujer “de espera”, es una mujer de “Adviento”. Los dos extremos trapezoidales con que cae la cinta representaban en el mundo náhuatl el fin de un ciclo y el nacimiento de uno nuevo. La imagen simboliza que con Jesucristo se inicia un nueva era tanto para el viejo como para el nuevo mundo.

2.  La FLOR DE CUATRO PÉTALOS  o “Nahui Ollin”, está bordada en la túnica y se encuentra a la altura de su inmaculado vientre. Es el símbolo principal en la imagen de la Virgen, es el máximo símbolo nátuahl y significa: El “verdaderísimo Dios por quien se vive”. Representa la presencia de Dios, el centro del espacio y del tiempo. En la imagen presenta a la Virgen de Guadalupe como la Madre de Dios y señala el lugar donde se encuentra Nuestro Señor Jesucristo en su vientre.

3.  El NUEVO SOL, cuyos rayos transiluminan toda la imagen representan a ese sol que “nace de lo alto”, sol de “Justicia”, sol “que viene a visitarnos”: Jesucristo, Señor de la Historia.

A Ella nos encomendamos:

¡SALVE AMERICAE SPES!

Domina et Mater nostra Virgo Guadalupensis

Ora pro nobis!

(el texto está tomado de un trabajo realizado por el Área de Documentación histórica de la Parroquia porteña de Nuestra Señora de Guadalupe)

Sello-Escudo del Abad del Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe