EL
TIEMPO PRESENTE: ANTICIPO DE LA VIDA ETERNA
Cristo,
Nuestro Señor,
vino
por primera vez
en
la humildad de nuestra carne,
para realizar el plan de redención
para realizar el plan de redención
trazado
desde antiguo,
y nos abrió el camino de la salvación;
para que, cuando venga por segunda vez
en el esplendor de su grandeza,
podamos recibir los bienes prometidos
que ahora aguardamos en vigilante espera.
y nos abrió el camino de la salvación;
para que, cuando venga por segunda vez
en el esplendor de su grandeza,
podamos recibir los bienes prometidos
que ahora aguardamos en vigilante espera.
(del
Prefacio de Adviento I)
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