UN SANTO ROMANO PONTÍFICE

SAN PÍO V, Papa

(1504-1572)

  

El Papa Pío V, desde su ventana del Palacio Apostólico en Roma, vislumbra de la victoria en la Batalla de Lepanto, que adjudica a la protección de María Auxiliadora

         

     Este santo Romano Pontífice (1566-1572), desplegó una labor inconmensurable de santificación y gobierno prudente en los escasos seis años de su pontificado, que puede resumirse en lo que expresa de él la Oración Colecta de la Misa de hoy, al referirse a su empeño en "LA DEFENSA DE LA FE Y LA SOLICITUD POR EL CULTO DIVINO".

         Entre sus primeras decisiones como Papa, llevó a cabo una drástica reducción en los gastos de la corte papal, de la misma manera que lo había hecho en la orden de los dominicos a la cual había pertenecido.

      Además, exigió a los Obispos a residir en sus diócesis y a los Cardenales a llevar vidas de simplicidad y piedad. Reguló los hospicios, expulsó a las prostitutas de Roma y reafirmó la importancia de la Liturgia de la Misa y del Culto divino.

         Con la Bula Quo Primum Tempore del año 1570, San Pío V publicó la edición del MISAL ROMANO, que ordenó fuese usado en toda la Iglesia occidental, excepto en aquellas regiones y órdenes religiosas que tenían Misales anteriores al 1370. Este Misal fue el uso ordinario en toda la Iglesia por cuatrocientos años.

         En su pontificado se dio a conocer la primera edición típica del BREVIARIO, que establecía de modo estable para lo sucesivo la regla del OFICIO DIVINO en el ámbito del rito romano, de rezo obligatorio para todos los consagrados.

         Completó la edición del CATECISMO ROMANO, que fue publicado en 1566, organizado en cuatro grandes capítulos (al igual que el actual Catecismo de la Iglesia Católica): 

I. El Credo 

II. Los Sacramentos 

III. El Decálogo 

IV. La Oración.

         En su pontificado Europa estuvo a salvo de la invasión musulmana, con la victoria de la Batalla de LEPANTO (1571)

           Su fama de piedad, austeridad y caridad le acompañaron siempre.

         Algunos le achacaban haber hecho de Roma un monasterio. Nombró Doctor de la Iglesia a Santo Tomás de Aquino. Fue un hombre que profesó gran devoción al Rosario, a la Virgen y a la Eucaristía.

         Recuperó para la Iglesia un sólido prestigio y autoridad, gracias a su gobierno y su ejemplar vida. Como dice la Oración post-comunión de hoy: “se entregó con todas sus fuerzas por el bien de la Iglesia.

         A Pío V se debe que los Papas utilicen el hábito blanco (sotana blanca) ya que aun habiendo sido elegido Sumo Pontífice no dejó de usar el hábito de los dominicos, el cual es de color blanco hasta hoy.

S. Pii V, Papae
Ora pro nobis!

Escudo pontificio de Pío V