VILLANCICO DEL LLANTO
REDENTOR
Del talentoso escritor argentino Francisco Luis Bernárdez (1900-1978), un
poema que entrelaza el Nacimiento con la Pascua redentora del Salvador, dos caras del mismo misterio de la fe.
En el profundo silencio,
en la inmensa oscuridad,
un niño recién nacido
llora con voz celestial,
para anunciar a los vientos,
a las estrellas y al mar,
que viene a pagar la deuda
contraída por Adán.
Llora el niño y con su llanto
pagando la deuda irá.
Tan desmesurada es ella,
tan fuera de lo normal,
que sólo un ser infinito
la podría solventar;
un ser como el Ser que acaba
de nacer en Navidad
para devolver al mundo
la vida y la libertad.
Llora el niño y con su llanto
la deuda pagando va.
Considerando el exceso
de nuestra necesidad,
Dios poderoso se abaja
a nuestra debilidad,
y con su llanto comienza
la tarea de pagar
por quienes no lo quisimos
reconocer ni escuchar.
Llora el niño y con su llanto
saldando la deuda está.
La sangre que por nosotros
en Pascua derramará
se anticipa en este llanto
que oímos en Navidad:
llanto que brota en el tiempo
para que la humanidad
merezca ser algún día
feliz en la eternidad.
Llora el niño y con su llanto
la deuda cancelará.
en la inmensa oscuridad,
un niño recién nacido
llora con voz celestial,
para anunciar a los vientos,
a las estrellas y al mar,
que viene a pagar la deuda
contraída por Adán.
Llora el niño y con su llanto
pagando la deuda irá.
Tan desmesurada es ella,
tan fuera de lo normal,
que sólo un ser infinito
la podría solventar;
un ser como el Ser que acaba
de nacer en Navidad
para devolver al mundo
la vida y la libertad.
Llora el niño y con su llanto
la deuda pagando va.
Considerando el exceso
de nuestra necesidad,
Dios poderoso se abaja
a nuestra debilidad,
y con su llanto comienza
la tarea de pagar
por quienes no lo quisimos
reconocer ni escuchar.
Llora el niño y con su llanto
saldando la deuda está.
La sangre que por nosotros
en Pascua derramará
se anticipa en este llanto
que oímos en Navidad:
llanto que brota en el tiempo
para que la humanidad
merezca ser algún día
feliz en la eternidad.
Llora el niño y con su llanto
la deuda cancelará.
FOTO:
“Niño Jesús en la Cruz” ( talla colonial en madera, c. 1740) una devoción muy querida por la Beata María
Antonia de San José (Mama Antula) que daba a venerar en la Santa Casa de
Ejercicios porteña y que ella llamaba “El Manuelito” (por "Emanuel")
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