Al iniciar un nuevo año, un saludo a modo de bendición, con una fórmula antiquísima, cuyos orígenes se remontan a la Edad de Hierro (siglo XII A.C) y que leemos en el Libro de los Números (6, 22-27)
La Iglesia proclama esta oración en este día, como una invocación a la Santísima Trinidad.
Con el deseo de un nuevo tiempo luminoso y en paz.
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