En este tiempo de pandemia,
la Iglesia (como siempre lo ha hecho)
recurre a
una oración
más confiada y perseverante.
E invoca a la Madre de Dios,
con una de las oraciones más antiguas
que rezan los cristianos desde el año 250.
SUB TUUM PRESIDIUM
“Bajo tu protección
buscamos refugio,
Santa Madre de Dios.
No desprecies las
súplicas
quienes estamos en la
prueba:
líbranos de todo
peligro,
oh Virgen gloriosa y
bendita”.
Sub tuum praesidium
confugimus,
Sancta Dei Genetrix.
Nostras deprecationes ne
despicias
in necessitatibus nostris,
sed a periculis cunctis
libera nos semper,
Virgo gloriosa et benedicta.
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