13 de octubre de 2019
CANONIZACIÓN DEL CARDENAL JOHN
H. NEWMAN
(1801-1890)
Sacerdote, teólogo, escritor y
poeta santo.
Hoy
en Roma se realiza la elevación al honor de los altares de este cardenal
inglés, una figura estelar en la historia de la Iglesia del siglo XIX.
Fue
educado en la fe calvinista y ya de joven participó activamente en el
anglicanismo, llegando a ser un destacado presbítero en la Iglesia de Inglaterra.
Con su conversión al catolicismo en 1845, se constituyó en una
importante figura del Movimiento de Oxford, que aspiraba al regreso a las
raíces católicas de la Iglesia de Inglaterra y
combatía el laicismo imperante en el anglicanismo.
Como anglicano y como católico, Newman tuvo una intensa vida
de predicador y de escritor, con importantes obras de gran sabiduría. Ya Pío XII había dicho de él: “en un futuro, será
considerado Doctor de la Iglesia”
La influencia de Newman en la vida de la
Iglesia del siglo XX tiene características casi únicas. Aparece explícitamente
citado por los más grandes teólogos contemporáneos.
Inmenso es el catálogo que abarca casi sus
noventa volúmenes, doce dedicados a sermones (600, si contamos los no editados
por él mismo), treinta a sus 20.000 cartas, y los demás a sus grandes ensayos
teológicos, históricos, bíblicos, artículos varios, meditaciones y oraciones, y
en fin, su poesía. Fue teólogo, pero también poeta, y una de las plumas más
apreciadas de la literatura inglesa del siglo XIX.
Por encima de todo, fue sacerdote, misión que
iba unida a la de teólogo, y podemos decir, a la de una vida santa, tal como la
de los Santos Padres de la Iglesia,
En un mundo racionalista, Newman
insistía en la necesaria formación de los bautizados. Decía:
«Quiero un laicado
que no sea arrogante ni imprudente a la hora de hablar, ni alborotador, sino
personas que conozcan bien su religión, que profundicen en ella, que sepan bien
dónde están, que sepan qué tienen y qué no tienen, que conozcan su credo a tal
punto que puedan dar cuentas de él, que conozcan tan bien la historia que
puedan defenderla»
Su
gran pasión fue amalgamar las dos alas con las que el pensamiento humano se
eleva: la razón y la fe, unidas en el esplendor de la Verdad. Fue un testigo y
un maestro de la Verdad en su época.
La
oración colecta de su memoria expresa lo que san John Newman quiso que pusieran
como epitafio en su tumba:
“Que pueda pasar de las sombras y las imágenes
ORACIÓN
“Oh Dios que diste al Cardenal John
Henry Newman
la gracia de seguir tu amable luz
y hallar la paz en tu Iglesia;
concédenos, por su intercesión y ejemplo,
que podamos pasar de las sombras y
las imágenes
a la plenitud de tu Verdad”.
San John Henry Newman
Ora pro nobis!
Escudo cardenalicio de John Henry Newman
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