SAN HÉCTOR VALDIVIELSO SÁEZ,
mártir y confesor
85 años del
XXXII CONGRESO EUCARISTICO INTERNACIONAL DE BUENOS AIRES
Hoy, 9 de octubre, se celebra la memoria litúrgica de la primera
persona nacida en la Argentina que ha sido canonizada: SAN HÉCTOR VALDIVIELSO
SÁEZ, nacido en el barrio porteño de Boedo en 1910 y fusilado por odio a la fe
en Asturias en 1934.
Y se da una admirable y providencial coincidencia...
Y se da una admirable y providencial coincidencia...
Ingresó en 1922 en el aspirantado de los
hermanos de La Salle en Bujedo (Burgos, valle del Ebro) y su aspiración era
ordenarse y volver misionero "...a su patria Argentina...". Hizo su
primera profesión religiosa en 1927 y recibió la sotana con el nombre de
"hermano Benito de Jesús", como era la costumbre de entonces.
Fue destinado a varios
colegios lasallanos de España. En 1933 lo trasladan a la escuela de las cuencas
mineras de Turón, en Asturias, debiendo enseñar con traje laico por las
persecuciones religiosas de la sangrienta Guerra Civil.
El 5 de octubre de 1934, al
concluir los Ejercicios Espirituales anuales, es apresado por una brigada
revolucionaria en la Capilla del colegio junto a otros ocho jóvenes religiosos
y sometido a un "juicio popular" inicuo. El 9 de octubre, a pesar de
los muchos ruegos de los habitantes turoneses (que apreciaban mucho a los
lasallanos por su labor educativa y religiosa en las barriadas pobres) es
fusilado con sus compañeros.
La nota providencial es que,
ese mismo día de su muerte martirial, en Buenos Aires comenzaba el XXXII
Congreso Eucarístico Nacional presidido por el Cardenal Pacelli, un hito
descollante de la vida de la Iglesia en Argentina.
El Papa san Juan Pablo II
elevó a la gloria de los altares a Héctor y sus compañeros mártires en 1999.
Resulta paradojal comparar la
vida cristiana heroica -con convicciones sólidas y fidelidad hasta el fin de
este muchacho- con un título que leo hoy, que dice: "si repetimos lo que
dijimos siempre, la Iglesia no crece".
"La sangre de los mártires
es semilla de nuevos cristianos"
San Héctor Valdivielso, mártir y confesor,
ORA PRO NOBIS!
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