Centro de Profesionales de la Acción Católica "SANTO TOMÁS DE AQUINO" de Buenos Aires, Argentina.

12 de septiembre de 2019

ET NOMEN VIRGINIS MARIA



EL SANTÍSIMO NOMBRE DE MARÍA
De un escrito de San Bernardo de Claraval (1090-1153), doctor de la Iglesia

LAS VIRTUDES TEOLOGALES Y CARDINALES EN MARÍA


Luego de expresar san Lucas en su Evangelio que:
“...el nombre de la Virgen era María...” (Lc.1, 27), 

describe el momento de la Anunciación (Lc.1,28-37). 

Allí podemos observar cómo la Virgen María poseyó las cuatro virtudes
como cuatro columnas de su personalidad.

Fue, pues, la bienaventurada Virgen María:

- fuerte en el propósito,
- templada en el silencio,
- prudente en la interrogación,
- justa en la confesión.


Por tanto, con estas cuatro columnas,
más el trípode de los cimientos (la fe, la esperanza y la caridad)
 la Sabiduría celestial construyó una casa para Sí.

También nosotros, si queremos ser hechos casa de esta Sabiduría, 
debemos tallar en nosotros las mismas columnas, esto es, 
nos debemos preparar para ella con las virtudes infusas y las adquiridas.

Para que el error no engañe a la ignorancia,
haya una previa prudencia; 
haya también templanza, justicia y fortaleza, 
y así no caiga nuestra casa ladeándose a la derecha o a la izquierda.

Así lo expresa San Gabriel de la Dolorosa:

"Siguiéndote no erraré,
rogándote no desesperaré,
teniéndote no me caeré"

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