EL SANTO CURA DE ARS
Una anécdota de San Juan María Vianney, cuando era
un joven estudiante.
Varios de sus compañeros le menospreciaban por sus
limitaciones en los estudios, pero él demostró que había algo más importante
Vitral del Santo Cura de Ars en el Santuario de Luján
Hijo de campesinos, el futuro San Juan María Vianney, también conocido hoy como el Santo Cura de Ars, se sintió llamado al sacerdocio cuando era muy
joven – pero no pudo acudir a la escuela a causa de la Revolución Francesa.
Cuando las tensiones se relajaron en Francia,
finalmente se matriculó en una escuela local. Aunque era el más mayor de la
clase, Juan María sufrió bastante con los estudios. Sus compañeros le
provocaban constantemente por “ignorante“,
por usar un término relativamente blando.
Juan María Vianney fue autorizado a estudiar en el
Seminario, pero era considerado “muy lento” por los profesores y preceptores.
Después de ser suspendido en más de un examen, su rector le dijo:
“Juan, los profesores no te consideran apto para la
sagrada ordenación al sacerdocio. Algunos te tachan de ‘burro que no sabe nada de teología’.
¿Cómo podemos promoverte al sacramento del sacerdocio?”.
La respuesta que San Juan María Vianney dio se hizo
célebre:
“Monseñor, Sansón mató a cien filisteos con la
quijada de un burro. ¿Qué cree que Dios podría hacer con un burro entero?”.
Juan María acabó siendo ordenado sacerdote no por
causa de sus luces intelectuales, que de hecho no eran su fuerte, sino por lo
que más importa en cualquier sacerdote: la santidad de vida.
Se convirtió nada menos que en uno de los más santos y extraordinarios
párrocos conocidos en toda la historia de
la Iglesia.
El Papa Benedicto XVI (que, por contraste, es una
de las mentes más sublimes conocidas en toda la historia de la Iglesia) le
nombró, no por casualidad, Santo Patrono de todos los sacerdotes.
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