MATER DOLOROSA
(15 de septiembre)
Altar de la Virgen de los Dolores en la Catedral Metropolitana de Buenos Aires,
con su clásico manto negro bordado
La Iglesia, con la sabiduría
de siglos de su depósito litúrgico, conmemora hoy a la Virgen María acompañando
a su Hijo en su dolor.
Lo hace al día siguiente de la Exaltación
de la Santa Cruz, como insinuando el papel de correndentora de la Madre de
Dios.
Esta devoción mariana tiene un
sólido sustento bíblico, desde aquella profecía del anciano Simeón, cuando le
dice a María que “una espada atravesará
tu corazón…” (cfr. Lc, 2, 35)
La Salve Regina lo expresa con
sublimes palabras: "Ad te
suspiramus gementes et flentes in hac lacrimarum valle..."
La tradicional piedad española
la recuerda como la Virgen de los Dolores, también es conocida como Virgen de
la Amargura, Virgen de la Piedad, Virgen de las Angustias o La Dolorosa.
En Argentina, muchos templos
están dedicados a estos nombres, y varios pueblos y ciudades la tienen como
patrona. La ciudad de Dolores en la provincia de Buenos Aires y Villa Dolores
en Córdoba hacen alusión a este santo apelativo.
La devoción popular ha
compuesto un septenario de oración, acompañando a María en sus siete dolores
que narran los Evangelios:
1. La Profecía de
Simeón ya comentada (Lc. 2, 32-35)
2. La Huida a Egipto (Mt. 2, 13-15)
3. La pérdida del Niño Jesús en el Templo (Lc. 2, 43-45)
4. El encuentro de María con su Hijo en el Vía Crucis.
5. Al pie de la Cruz en la crucifixión de su Hijo (Jn.19, 17-39)
6. En el descendimiento de la Cruz (Mc. 15, 42-46)
7. En el entierro de Jesús (Jn. 19, 40-42)
2. La Huida a Egipto (Mt. 2, 13-15)
3. La pérdida del Niño Jesús en el Templo (Lc. 2, 43-45)
4. El encuentro de María con su Hijo en el Vía Crucis.
5. Al pie de la Cruz en la crucifixión de su Hijo (Jn.19, 17-39)
6. En el descendimiento de la Cruz (Mc. 15, 42-46)
7. En el entierro de Jesús (Jn. 19, 40-42)
Mater
dolorosa
Ora pro nobis!
El arte de todos los tiempos
ha representado a la Madre dolorosa con rasgos inolvidables.
Cuatro ejemplos de los
muchísimos:
La Dolorosa en la entrada
de la Basílica del Valle de los Caídos, en Cuelgamuros, Madrid.
Los siete dolores de la
Virgen (de Tempesta), en la Basílica romana de San Stefano Rotondo del Monte
Celio del siglo V.
Reverso de la medalla
milagrosa, que tiene la Cruz redentora, el monograma de María y, entre otros
símbolos, el corazón traspasado de la Madre.
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