NACIMIENTO DE SAN JUAN BAUTISTA
"SU NOMBRE ES JUAN..."
Cercanos al
día del solsticio de invierno (en nuestro hemisferio sur) la Iglesia celebra el
nacimiento de San Juan, hijo de Isabel y Zacarías.
Esta fecha
tiene una lectura teológica importante, ya que cuando el día es más corto y la
noche más larga, irrumpe san Juan como el Precursor del Salvador, que anuncia
en el oscuro desierto la venida del Sol que nace de lo Alto.
Juan es
quien proclama al Redentor y prepara su llegada. Es el último profeta del
Antiguo Testamento.
El Señor
pronuncia el elogio más grande dado a un hombre, refiriéndose a su primo Juan:
“…más que un profeta. Pues de él es de quien está escrito: Mira que yo te envío
mi mensajero delante de Ti para que te prepare el camino. Por tanto les digo:
Entre los nacidos de mujer, nadie ha sido mayor que Juan el Bautista…” (Lc. 7)
Y san Juan
no fue “una caña agitada por el viento”. Se mantuvo íntegro en su misión de ser
el Precursor del Señor, hasta dar la vida.
Es por eso
que la Iglesia celebra como solemnidad sólo dos nacimientos humanos: el de
Cristo y el de Juan.
A san Juan
Bautista le pedimos una firme y serena constancia en la fe.
SANCTUS
IOANNES BAPTISTA
Ora pro nobis!
Ora pro nobis!
San Juan el Precursor en el arte
La pintura-triplico del siglo XV
del autor flamenco Rogier van der Weyden, muestra
tres momentos de la vida de San Juan:
1) Su nacimiento, donde se observa en primer plano a su padre Zacarías y al fondo a su anciana madre, Isabel con una partera;
2) El Bautismo del Señor en el Jordán y
3) La decapitación de Juan, cuya cabeza tiene Salomé en una bandeja.
En un detalle del fondo de la tercera escena
anterior se puede apreciar en primer
plano a Salomé y detrás, el abundante y festivo banquete ofrecido por Herodes,
en tanto la hija de la princesa Herodías le ofrece la cabeza del Precursor.
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