DE
LOS CLÁSICOS GRIEGOS
Las fábulas de la
antigua Grecia tienen un trasfondo ético notable
y sus enseñanzas
morales son atemporales.
LA LENGUA
Esopo, considerado el padre de la
fábula, era un esclavo frigio que vivió alrededor del siglo V antes de Cristo.
Se cuenta que uno de sus amos, Xantus, le ordenó que fuera al
mercado y le trajese el mejor alimento que encontrara. Esopo fue y compró
solamente lengua y cuando Xantus le preguntó “¿Por qué lengua?”, Esopo
respondió:
“Me pediste lo mejor, y traje lengua. La lengua es el fundamento
de la filosofía y de las ciencias, el órgano de la verdad y la razón. Con la
lengua se instruye, se construyen las ciudades y las civilizaciones. Se
persuade y se dialoga. Con la lengua se canta, con la lengua se reza y se declara
el amor y la paz. ¿Qué otra cosa puede haber mejor que la lengua?”
Tratando de probar su inteligencia, Xantus le dijo de nuevo:
“Trae del mercado lo peor que encuentres”; y Esopo trajo lengua
de nuevo.
Cuando Xantus vio la lengua, lo reprendió, recordándole que le
había pedido lo peor, y exigió una explicación. A lo que Esopo respondió:
“La lengua es la madre de todos los pleitos y discusiones, el
origen de las separaciones y las guerras. Con la lengua se miente, con la
lengua se calumnia, con la lengua se insulta, con la lengua se rompen las
amistades. Es el órgano de la blasfemia y la impiedad. No hay nada peor que la
lengua.”
La lengua es un arma de doble
filo. Y siempre es mejor callar que hablar.
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