UNA CONFUSIÓN
MUY DIFUNDIDA
Monseñor Fulton Sheen, un gran pastor de los medios.
«No hay otra
materia en la cual la mente promedio esté más
confundida
que la cuestión
de la tolerancia y la intolerancia.
La tolerancia
sólo aplica a las personas,
nunca a los
principios.
La intolerancia
sólo aplica a los principios,
nunca a las
personas.
Debemos ser
tolerantes con las personas
porque son
humanos;
debemos ser
intolerantes sobre los principios porque son divinos.
Debemos ser
tolerantes con los que yerran,
porque la ignorancia pudo haberlos desviado;
porque la ignorancia pudo haberlos desviado;
pero debemos ser
intolerantes con el error,
porque la Verdad
no es obra nuestra, sino de Dios».
Mons. FULTON J. SHEEN
(1895-1979)
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