«Donde hay confusión Dios no puede morar.
Porque Dios es la Luz y la Verdad».
El Prefecto de la Congregación para el Culto
Divino,
cardenal Robert Sarah,
hizo definiciones muy importantes
en una conferencia de prensa que brindó
el pasado 25 de mayo de 2019 en Paris,
con motivo de la presentación de su libro:
“Ya cae el día y la noche se avecina”.
Escudo eppiscopal del Cardenal Robert Sarah
Coherencia con la
enseñanza del pasado
Ha resaltado que la unidad de la fe «implica la unidad del Magisterio en el
espacio y en el tiempo», y que
«cuando se nos da una nueva enseñanza, siempre debe ser interpretada en
coherencia con la enseñanza anterior».
Y
continuó: «si introducimos rupturas y
revoluciones, resquebrajamos la unidad que gobierna a la Santa Iglesia desde
hace siglos».
«Esto no significa que estamos condenados
al rigorismo, pero cualquier evolución debe comprender mejor el pasado,
profundizando en él».
La hermenéutica de la reforma en la continuidad
«La hermenéutica de la reforma en la
continuidad que Benedicto XVI tan claramente enseñó es la condición sine qua non de la unidad»,
ha explicado el cardenal. «Quienes
anuncian en voz alta el cambio y la ruptura son falsos profetas. No buscan el
bien de la grey. Son mercenarios escondidos entre el rebaño».
La unidad de la Iglesia debe ser «construida
alrededor de la fe, esto es, de la verdad de la Doctrina católica y la
enseñanza moral de la Iglesia. No hay otra manera».
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