CUIDA LA OBRA QUE HAS COMENZADO
Digámosle que necesitamos de su
presencia, y pidámosle que permanezca en nuestro corazón para no alejarse jamás
de él.
Mostrémosle
nuestra alma sellada con su carácter indeleble en el Bautismo y la Confirmación;
roguémosle que cuide de su obra.
Somos
suyos. Dígnese Él hacer en nosotros lo que le pedimos, pero que nuestros labios
lo digan con sinceridad, y acordémonos que para recibir y conservar el Espíritu
de Dios hay que renunciar al mundo, porque Jesús ha dicho: “No podéis servir a dos señores".
Dom
Prosper Guéranger
No hay comentarios:
Publicar un comentario