12 DE SEPTIEMBRE
EL SANTO NOMBRE DE MARÍA
Memoria Litúrgica
(En España se conoce esta Memoria con el nombre de:
el DULCÍSIMO NOMBRE DE
MARÍA)
EL SANTO NOMBRE DE MARÍA
Memoria Litúrgica
el DULCÍSIMO NOMBRE DE MARÍA)
Historia de esta fecha, que tiene más de 400 años, y que recuerda un hecho histórico transcendental para la vida de Europa: LA BATALLA DE VIENA.
Fresco del ábside de la Basílica de la Natividad de la Virgen María, en Esperanza, Santa Fe, Argentina, que muestra el momento del nacimiento de la Madre de Dios, que está en brazos de su padre, San Joaquín, en tanto su madre, Santa Ana, reposa luego del parto y dos ángeles custodian la cuna con azucenas en sus manos, que expresan la Inmaculada Concepción
San Juan Pablo II
con la tercera edición típica del Misal Romano (2002) decidió reincorporar en
el Santoral católico la Memoria del Santo Nombre de la Virgen María.
Nunca lo sabremos, pero no parece descabellado que pesase
en el alma del Papa santo la ausencia de una advocación muy ligada a la
historia de su pueblo, Polonia.
Y es que la fiesta del Santo Nombre de María se extendió
a toda la Iglesia por decisión de Inocencio
XI, en 1683, en reconocimiento a la protección de la Virgen
sobre las tropas cristianas que habían liberado Viena del sitio turco, en una
de las batallas más trascendentales de la historia de la humanidad.
Los otomanos avanzaban sobre Europa, la coalición
católica estaba desunida. El rey francés quería sacar tajada del asunto y
apoyaba al turco. Juan
(Jan III) Sobieski, rey de Polonia, decidió liderar la coalición,
abandonando su patria marchó al mando del ejército. Al llegar a Viena los
turcos doblaban a los cristianos. El enviado papal, Marco D’Aviano, consiguió
unir a todo el ejército bajo el mando del rey polaco.
El 12 de septiembre de 1683, a primerísima hora, D’Aviano celebró misa
a la que asistió Jan Sobieski, en las ruinas del convento camaldunense. Al
terminar comenzó el ataque contra los turcos, la brutal carga de la caballería
polaca con su rey al frente hizo concluir la batalla. En 30 minutos, Sobieski había
desecho al ejército turco que batía en retirada. Mandó enviar al Papa las
noticias de la victoria que comenzaban cambiando las palabras de Julio César
por «veni, vidi, Deus vici».
Polonia había salvado al mundo. Y fue San Juan Pablo II
quien beatificó a Marco D’Aviano en 2003.
Con la reforma litúrgica del Concilio Vaticano II se
había eliminado esta memoria del SANTO NOMBRE DE MARÍA, que el Papa Juan Pablo
II restituyó en el año 2002.
Oración colecta de la Misa del Santo Nombre de María:
Concédenos, Dios todopoderoso,
que la bienaventurada Virgen María,
nos obtenga tu misericordia
a quienes celebramos su glorioso Nombre
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que contigo vive y reina en la unidad del Espíritu Santo
y es Dios, por los siglos de los siglos.
Icono de San Joaquín, Santa Ana y la Virgen Niña.
No hay comentarios:
Publicar un comentario