UNA DE LAS TINAJAS DE PIEDRA DE LAS BODAS DE CANÁ
QUE SE SIGUE VENERANDO EN LA ACTUALIDAD
QUE SE SIGUE VENERANDO EN LA ACTUALIDAD
La Catedral de Oviedo, en Asturias, contiene muchas reliquias muy
veneradas, referidas a los tiempos de Jesucristo. Allí se atesoran desde hace
más de once siglos. Por eso es llamada Sancta Ovetensis.
Tinaja de piedra marmórea de las Bodas de Caná, que se venera en la Catedral de Oviedo.
Esta venerada reliquia se encuentra en una hornacina de la Catedral
ovetense, a la izquierda del Altar barroco de la Purísima y a la derecha de la
Capilla del Rey Casto, que es el primer panteón de la monarquía española (están
allí sepultados varios de los primeros reyes asturianos).
La hornacina que contiene la hidria tiene tres escalones de piedra muy gastados. Durante siglos los peregrinos del camino europeo a Santiago hacían una parada en la Catedral ovetense, se acercaban a esta reliquia y la tocaban con su bordón, lo que explica el desgaste de su piedra marmórea.
Esta hidria se atesora en esta Catedral desde el siglo XI. En el siglo
XVI el Obispo determinó cerrar la hornacina con una puerta. Por eso habitualmente
está oculta. Se abre y se expone a su veneración el día de San Mateo (21 de
septiembre), patrono de la Arquidiócesis y el de la Epifanía del Señor. Se llena con 100 litros de agua (esa es su
capacidad(, que muestra su envergadura) y los fieles llevan dichas aguas bendecidas.
IMPORTANCIA DE LAS BODAS DE CANÁ:
INICIO DE LA VIDA PÚBLICA DE JESUCRISTO
El domingo en que se lee este episodio evangélico de las Bodas de
Caná, se honra a la tercera de las tres manifestaciones del Señor (Epifanía,
Bautismo en el Jordán y Caná) o sea: el primer milagro de Jesús, cuando
convierte el agua en vino en Caná de Galilea. Así inaugura el Señor su vida
pública, y así también comienza María su oficio de Mediadora de todas las
gracias.
EL SACRAMENTO DEL MATRIMONIO Y DE LA EUCARISTÍA
EL BANQUETE DE LAS BODAS ETERNAS
Esta primer
milagro, señala, la institución del Sacramento del Matrimonio. Queriendo Jesús
fundar su Iglesia, empieza por formar sobre bases santas y sólidas la familia,
primera y necesaria célula de la sociedad. He aquí las cosas grandes que
recuerda este domingo memorable. Debería ser este el domingo de los matrimonios
cristianos. Debería recordar a los esposos el día de sus bodas, y hacerles
pensar en sus deberes y en su alta dignidad. Roguemos todos hoy por la del
Matrimonio y por la restauración cristiana de los hogares.
Este Evangelio, además de ratificar el sacramento del Matrimonio, expresa una realidad teológica sublime acerca de las bodas de Cristo con su Iglesia. Las bodas son figura de la Alianza:
el agua cambiada en vino, la superioridad de la Nueva Alianza sobre la antigua
con el anuncio de la Eucaristía.
Todos los Padres
han visto en el milagro de Caná un anuncio de la Eucaristía, como también de la
transformación de nuestras almas bajo la acción de Cristo. «Aqua eramus, vinimus nos fecit“ (Éramos agua y nos ha convertido
en vino)
Este cambio
profundo de nuestro ser,
nos une con Cristo desde aquí abajo,
-el agua de nuestra condición mortal
se transforma en vino de gracia-
y nos prepara
para el banquete de las bodas eternas,
al que estamos todos invitados
con toda
la Iglesia.
++++++++++
Un cántico popular moderano de este relato evangélico, nos relata la escena de las Bodas de Caná y exalta la participación de la Madre de Dios, que
así inaugura su misión de ser Medianera de todas las gracias:
SI
PIDE MARÍA
Hay boda esta noche, Jesús ha llegado
con sus doce amigos que han sido invitados,
la Virgen María también ha venido
y tan calladita que no la han oído.
Y dijo María, a los servidores
“hagan lo que Jesús les diga”.
Los ojos atentos de la Virgencita
puestos en los hijos que la necesitan
ríe si se alegran, todo le interesa
y está preocupada si tienen tristeza.
Y dijo María, a los servidores
“hagan lo que Jesús les diga”.
Se ha acabado el vino y el Hijo que es Dios,
no puede a la Madre decirle que no,
-¡esta noche amigos, nadie tenga penas
tomen de alegría seis tinajas llenas!-
Y dijo María, a los servidores
“hagan lo que Jesús les diga”.
Al llegar la hora, clavado en la Cruz
el vino del cielo nos dará Jesús
si pide María, el Hijo que es Dios
no puede a la Madre decirle que no.
Y dijo María, a los servidores
“hagan lo que Jesús les diga”
Hay boda esta noche, Jesús ha llegado
con sus doce amigos que han sido invitados,
la Virgen María también ha venido
y tan calladita que no la han oído.
Y dijo María, a los servidores
“hagan lo que Jesús les diga”.
Los ojos atentos de la Virgencita
puestos en los hijos que la necesitan
ríe si se alegran, todo le interesa
y está preocupada si tienen tristeza.
Y dijo María, a los servidores
“hagan lo que Jesús les diga”.
Se ha acabado el vino y el Hijo que es Dios,
no puede a la Madre decirle que no,
-¡esta noche amigos, nadie tenga penas
tomen de alegría seis tinajas llenas!-
Y dijo María, a los servidores
“hagan lo que Jesús les diga”.
Al llegar la hora, clavado en la Cruz
el vino del cielo nos dará Jesús
si pide María, el Hijo que es Dios
no puede a la Madre decirle que no.
Y dijo María, a los servidores
“hagan lo que Jesús les diga”
No hay comentarios:
Publicar un comentario