Centro de Profesionales de la Acción Católica "SANTO TOMÁS DE AQUINO" de Buenos Aires, Argentina.

12 de enero de 2016

ELOGIO DE LA VIDA MONÁSTICA (SAN EFRÉN)

    EN EL AÑO DE LA VIDA CONSAGRADA: 

    LA VIDA RELIGIOSA



    "Aquel que celebra solo en el desierto
    es una asamblea numerosa.

    Si dos se unen para celebrar entre los peñascos,
    miles de miríadas se encuentran allí presentes....

    Si tres se reúnen,
    un cuarto de Cielo está entre ellos.

    Si son crucificados sobre la roca
    y marcados con una cruz de luz,
    la Iglesia queda fundada.

    Reunidos, el Espíritu reposa sobre ellos.

    Y cuando terminan la oración,
    el Señor se levanta y sirve a sus servidores.

    El ayuno es su ofrenda; las vigilias, su oración.

    Sus meditaciones son holocausto;
    su celibato, la víctima.

    Su pureza es el velo del santuario;
    su humildad, un incienso perfumado.

    La alabanza que sube de las grutas
    es el sacrificio escondido por Dios.

    Su corazón, allá en lo más profundo, es el Santo de los Santos.

    Allí se alza el altar de la reconciliación." 

    (San Efrén; Elogio de la vida monástica)

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