LA SEÑAL DE LA
CRUZ:
SIGNARSE
PERSIGNARSE Y
SANTIGUARSE
Los cristianos hacemos con frecuencia la señal de la Cruz
sobre nuestras personas o nos la hacen otros ministros, como en el caso del
Bautismo, de la Confirmación, de la Penitencia y de las bendiciones. Este acto
se llama signarse, persignarse o también santiguarse si es más reducido.
Es un gesto sencillo pero lleno de significado. La señal de la Cruz es una confesión de nuestra fe: Dios
nos ha salvado en la Cruz de Cristo. Es un signo de pertenencia, de posesión.
Al hacer sobre nuestra persona esta señal es como si dijéramos: estoy bautizado,
pertenezco a Cristo, Él es mi Salvador, la Cruz de Cristo es el origen y la
razón de ser de mi existencia cristiana.
El primero que hizo la señal de la Cruz fue el mismo Cristo, que «extendió sus brazos en la Cruz»
(Prefacio de la Plegaria Eucarística segunda) y «antes de que sus brazos extendidos entre el cielo y la tierra trazasen
el signo indeleble de tu Alianza» (Plegaria Eucarística I de la
Reconciliación).
Actualmente, las formas de hacer la señal de la Cruz son dos:
persignarse y santiguarse.
En los inicios del cristianismo parece que era costumbre de los fieles
hacerse la señal de la Cruz sólo sobre la frente. Luego se extendió poco a poco
las dos formas que conocemos: hacer la triple
cruz pequeña
(persignarse) en la frente, en la boca y el pecho, o hacer la gran cruz (santiguarse) desde la frente
al pecho y desde el hombro izquierdo al derecho.
Para persignarnos se usa el dedo pulgar de la mano derecha que hace la señal de la Cruz en la frente, sobre los labios
y en el pecho. Mientras nos persignamos decimos "Por la señal de la Santa
cruz, de nuestros enemigos líbranos Señor Dios Nuestro”.
La gran cruz (santiguarse) se hace con los dedos de la mano derecha
desde la frente al pecho y desde el hombro izquierdo al derecho mientras se
dice solamente: "En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén". En latín In nomine Patris, et Filii, et Spiritus Sancti. Amén.
Algunos fieles tienen
la costumbre de besar al final el dedo pulgar, que ha formado una
cruz con el índice.
¿Cuándo hacemos la señal de la cruz?
Está claro que en muchos momentos de la vida cotidiana
podemos santiguarnos:
ü al ver pasar un
féretro,
ü al pasar una imagen
del Señor o de los santos en una procesión,
ü al nombrar alguna
desgracia o a difuntos, etc.
También, al entrar en un templo, los cristianos tenemos la
costumbre de santiguarnos con el agua bendita de la pila, cuando la hay, como
recuerdo de nuestro bautismo.
También hay quienes, acertadamente, lo hacen al cruzarse ante un
templo o capilla ya que en el templo, en el Sagrario, está la presencia real de
Cristo.
Este signo forma parte de la Liturgia y hay algunos momentos en la celebración litúrgica en los
que la señal de la cruz cobra un especial sentido y no es optativa, sino que forma
parte del rito.
ü Así, en la Misa nos
santiguamos con la gran cruz al comienzo de la misma junto
al sacerdote diciendo: «En el nombre del Padre...»:
ü Al
disponernos a escuchar
el Evangelio, al oír las palabras: “Lectura del Santo
Evangelio...” En este caso hacemos la triple cruz. El sacerdote también hace la
señal sobre el Evangelio y después se signa él.
ü Al recibir la bendición –deberíamos tener la cabeza inclinada– también nos
santiguamos con la gran cruz. Sólo el obispo hace la señal de la cruz tres
veces cuando da la bendición al final de la misa
o en otros ritos. Es costumbre de algunos fieles santiguarse antes de comulgar.
ü El sacerdote
también hace la señal de la cruz sobre las ofrendas durante la Plegaria
eucarística.
* En la Liturgia de las Horas, al comienzo del rezo de cada
hora y al inicio de los cánticos evangélicos. Cuando la hora matutina empieza
con «Señor, ábreme los labios», nos hacemos la señal de la cruz en la boca;
* en el sacramento de la Penitencia, el
ministro traza la señal de la cruz sobre el penitente al decir «yo te absuelvo
de tus pecados...», y el penitente hace otro tanto al recibir la absolución;
* en la Confirmación el obispo traza una cruz con el santo
crisma en la frente de los confirmandos;
* especial importancia tiene la señal de la Cruz en el Bautismo, cuando el sacerdote y los padres y padrinos signan al
recién bautizado en la frente. El sacerdote signa al bautizado con la señal de
Cristo Salvador.
* las
bendiciones sobre cosas y personas se suelen expresar
con la señal de la Cruz. Cuando el sacerdote bendice al pueblo o a algún objeto
(medallas, rosarios, estampas, etc) hace la señal de la Cruz, una vez, con su
mano derecha, sobre la persona u objeto a bendecir.
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