COMO SI DIOS NO EXISTIERA...
Un par de breves textos,
separados por un lapso de casi 20 años –1997 el primero y 2015 el segundo–, de
Joseph Ratzinger-Benedicto XVI, donde mantiene intacto su diagnóstico sobre la
crisis de la Iglesia y la raíz de índole litúrgica que la nutre.
LA CRISIS ECLESIAL EN LA QUE NOS ENCONTRAMOS
DEPENDE EN GRAN PARTE DEL HUNDIMIENTO DE LA LITURGIA
(escrito en 1997)
«Estoy convencido de
que la crisis eclesial en la que nos encontramos hoy depende en gran parte del
hundimiento de la Liturgia, que a veces se concibe directamente “etsi Deus non
daretur”: como si en ella ya no importase Dios, y si nos habla y nos escucha.
Pero si en la Liturgia
no aparece ya la comunión de la fe, la unidad universal de la Iglesia y de su
historia, el misterio de Cristo viviente, ¿dónde hace acto de presencia la
Iglesia en su sustancia espiritual? Entonces la comunidad se celebra
sólo así misma, que es algo que no vale la pena.
Y dado que la
comunidad en sí misma no tiene subsistencia, sino que, en cuanto unidad, tiene
origen por la fe del Señor mismo, se hace inevitable en estas condiciones que
se llegue a la disolución en partidos de todo tipo, a la contraposición
partidaria en una Iglesia que se desgarra a sí misma.
Por todo esto tenemos
necesidad de un nuevo movimiento litúrgico que haga revivir la verdadera
herencia del concilio Vaticano II»
(Joseph Ratzinger, Mi
vida, Ed. Encuentro, Madrid 2005, p. 150-151).
LA IGLESIA ESTÁ EN PELIGRO CUANDO EL PRIMADO DE DIOS NO APARECE EN LA LITURGIA
(escrito en 2015)
«En los años que siguieron al Concilio Vaticano II he vuelto a ser consciente de la prioridad de Dios y de la Liturgia Divina.
La malinterpretación
de la reforma litúrgica, que se ha extendido ampliamente en la Iglesia
Católica, llevó a poner siempre cada vez más en primer plano el aspecto de la
instrucción y de la propia actividad y creatividad.
El hacer de los
hombres hizo casi olvidar la presencia de Dios. En esta situación se hace cada
vez más claro que la existencia de la Iglesia vive de la correcta celebración
de la Liturgia y que la Iglesia está en peligro cuando el primado de
Dios ya no aparece en la liturgia y, por tanto, en la vida. La causa más
profunda de la crisis que ha derruido a la Iglesia reside en el oscurecimiento
de la prioridad de Dios en la liturgia.
Todo esto me llevó a
dedicarme al tema de la Liturgia más ampliamente que en el pasado, porque sabía
que la verdadera renovación de la Liturgia es una condición fundamental
para la renovación de la Iglesia.
Sobre la base de esta
convicción nacieron los estudios que se han recogido en este volumen 11 de las
Opera Omnia. Pero en el fondo, a pesar de todas las diferencias, la esencia de
la Liturgia en Oriente y Occidente es única y la misma.
Y así, espero que
este libro pueda ayudar también a los cristianos de Rusia a comprender de modo
nuevo y mejor el gran regalo que se nos ha dado en la Santa Liturgia».
(Benedicto XVI, Extracto
del prefacio para la edición rusa del volumen XI
de su Opera Omnia,
Ciudad del Vaticano 2015).
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