Centro de Profesionales de la Acción Católica "SANTO TOMÁS DE AQUINO" de Buenos Aires, Argentina.

6 de marzo de 2020

CORRELACIÓN ENTRE LA FE Y LOS SACRAMENTOS

ANTE UNA OBNUBILACIÓN DE LA FE CATÓLICA


La Comisión Teológica Internacional, que depende de la Congregación para la Doctrina de la Fe ha publicado estos días un importante documento, que hace a la vivencia de la fe católica.´

El documento, fruto del debate, reflexión y análisis, se hizo público el 3 de marzo de 2020, después de cinco años de labor. Fue aprobado en la Sesión Plenaria de la Comisión el año 2019 y luego, autorizado para su publicación por el Papa Francisco el 19 de diciembre de 2019.

En sus objetivos, expresa:
“Esperamos contribuir a superar la fractura entre fe y sacramentos allí donde se dé, en su doble vertiente: ya sea una fe que no sea consciente de su esencial sacramentalidad; ya sea una praxis sacramental realizada sin fe o cuyo vigor plantee serios interrogantes con relación a la fe y la intención fiducial que la práctica de los sacramentos requiere” (n. 10).

En sus números 7, 8 y 9 (que transcribimos abajo) presenta un preocupante diagnóstico acerca de cómo se propone hoy la fe católica, reducida a lo emocional y desconectada de la pastoral sacramental y de la mediación de la Iglesia.


DISTORSIONES DE LA FE

        En las sociedades actuales se dan fenómenos que dificultan el hecho de creer, tal y como lo propone la fe católica. El ateísmo y la relativización del valor de todas las religiones avanzan en muchas partes del planeta. El secularismo erosiona la fe, siembra la duda, en lugar de abonar la alegría de creer. El auge del paradigma tecnocrático implanta una lógica contraria a la fe, que es una relación personal. La reducción emocional de la fe produce una creencia subjetiva, normada por el propio sujeto, que se aleja de la lógica objetiva marcada por los contenidos de la fe cristiana. La cultura cientificista, ya aludida, tiende a negar la posibilidad de la relación personal con Dios y su capacidad de intervenir en la vida personal y la historia. La objetividad del credo y la estipulación de condiciones para la celebración de los sacramentos se entienden, según una sensibilidad cultural en aumento, como una coacción de la libertad para creer según la propia conciencia, manejando una concepción insuficiente de la libertad que se pretende defender. Desde este tipo de premisas, se produce un tipo de creencia o un modo de creer que no encaja en la concepción cristiana ni correlaciona con la práctica sacramental que la Iglesia propone.

FALLOS PASTORALES

        En el periodo posterior al Vaticano II, también se han dado algunas actitudes generalizadas entre los fieles y los pastores que han debilitado, de hecho, la sana correspondencia entre fe y sacramentos. Así, en ocasiones se ha entendido la pastoral de la evangelización como si ésta no incluyera la pastoral sacramental, perdiendo así el equilibrio entre Palabra de Dios, evangelización y sacramentos. Otros no han captado que el primado de la caridad en la vida cristiana no implica un menosprecio de los sacramentos. Algunos pastores han centrado su ministerio en la edificación comunitaria, descuidando el puesto decisivo de los sacramentos para tal fin en este empeño. En algunos lugares, ha faltado una valoración teologal y un acompañamiento pastoral a la piedad católica popular, para ayudarla a crecer en la fe y, así, alcanzar una iniciación cristiana plena y una participación sacramental frecuente. Por último, no pocos católicos se han hecho a la idea de que la sustancia de la fe radica en vivir el evangelio, despreciando lo ritual como ajeno al corazón del evangelio y, consecuentemente, ignorando que los sacramentos impulsan y fortalecen la vivencia intensa del mismo evangelio. Se apunta, pues, hacia la necesidad de una articulación adecuada de martyría, leitourgía, diakonía y koinonía.

RESULTADOS

                No pocas veces, los agentes pastorales reciben la petición de la recepción de los sacramentos con grandes dudas sobre la fe y la intención de quienes los demandan. Otros muchos creen que pueden vivir su fe con plenitud prescindiendo de la práctica sacramental, que consideran opcional y de libre disposición. Con acentos diversos pero muy extendidos, se da un peligro cierto: bien sea de ritualismo vacío de fe, por falta de interioridad o por costumbre social y tradición; bien sea de una privatización de la fe, reducida al espacio interior de la propia conciencia y sus sentimientos. En ambos casos se vulnera la reciprocidad entre fe y sacramentos.

El documento completo, en su texto oficial, puede leerse en:




No hay comentarios:

Publicar un comentario