LAS VERDES PRADERAS

BUSQUEMOS LOS BUENOS PASTOS A LOS QUE NOS CONDUCE EL BUEN PASTOR:

QUE ARDAN NUESTROS ANHELOS POR LAS COSAS DEL CIELO

Este antiguo mosaico paleocristiano pertenece al mausoleo de Galla Placidia, en Ravena. Su datación es del año 425. Muestra una "pastoral celestial"

De las homilías de san Gregorio Magno, papa, sobre los evangelios (Homilía 14, 3-6: PL 76,1129-1130)

EN EL DOMINGO DEL BUEN PASTOR

Mirad, hermanos muy queridos, si sois, en verdad, las ovejas del Buen Pastor, si le conocéis, si habéis alcanzado la luz de su verdad. Si le conocéis, digo, no sólo por la fe sino también por el amor; no sólo por la credulidad, sino también por las obras.

Porque el mismo Juan Evangelista nos dice en su Evangelio: Quien dice «Yo le conozco», y no guarda sus mandamientos, es un mentiroso.

Por ello dice también el Señor: «Mis ovejas escuchan mi Voz. Yo las conozco y ellas me siguen. Yo les doy Vida eterna: ellas no perecerán” (Jn.10,27)

Busquemos, por tanto, hermanos queridos, estos pastos, en los que podremos disfrutar en compañía de tan gran asamblea de santos. El mismo aire festivo de los que ya se alegran allí nos invita.

Levantemos, por tanto, nuestros ánimos, hermanos; vuelva a enfervorizarse nuestra fe, ardan nuestros anhelos por las cosas del cielo, porque amar de esta forma ya es ponerse en camino.

Que ninguna adversidad pueda alejarnos del júbilo de la solemnidad interior, puesto que, cuando alguien desea de verdad ir a un lugar, las asperezas del camino, cualesquiera que sean, no pueden impedírselo.

Que tampoco ninguna prosperidad, por sugestiva que sea, nos seduzca, pues no deja de ser estúpido el caminante que, ante el espectáculo de una campiña atractiva en medio de su viaje, se olvida de la meta a la que se dirigía.

EL SEÑOR ES MI PASTOR, NADA ME PUEDE FALTAR

EN PRADERAS CUBIERTAS DE VERDOR ÉL ME HACE DESCANSAR

ÉL ME GUÍA POR EL RECTO CAMINO, POR SU INMENSA BONDAD

AUNQUE CRUCE POR OSCURAS QUEBRADAS NINGÚN MAL TEMERÉ

(SALMO 22)