HACE 25 AÑOS SE CREABA LA DIÓCESIS DE SAN CARLOS DE
BARILOCHE
Muchos de los nombres que titulan calles, pasos de
montaña y toponimios de esta fantástica región patagónica, tienen una
referencia histórica que es importante conocer.
Especialmente el nombre de MASCARDI, hoy tan nombrado
por los conflictivos sucesos que ocurren a las orillas del lago homónimo.
Detrás de esta historia hay un trabajo apostólico
admirable de más de 400 años.
El 22 de julio de 1993
el Papa San Juan Pablo II, con la Bula “In hac
beati” creaba la Diócesis de San Carlos de Bariloche.
Su
actual Catedral, dedicada a Nuestra
Señora del Nahuel Huapi, fue construida en 1947. En ese entonces casi toda la Patagonia
pertenecía a la extensa Diócesis de Viedma, cuyo primer Obispo, desde 1934
hasta su muerte en 1948, fue el salesiano Nicolás Esandi.
Nacido en Bahía
Blanca el 6 de diciembre de 1876, Esandi fue ordenado sacerdote por Juan
Cagliero, para la Congregación fundada por Don Bosco, en enero de 1900.
Con la erección de la
Diócesis de Viedma en 1934 (antes todo este inmenso territorio patagónico era
jurisdicción de la arquidiócesis de Buenos Aires) le llegó su nombramiento
episcopal. Recibió la consagración el 17 de febrero de 1935 en la Catedral de
Buenos Aires. Tomó posesión de su sede en marzo siguiente, y la gobernó hasta
su muerte, en agosto de 1948.
La imponente iglesia barilochense
se comenzó a construir en 1946 según
proyecto de los arquitectos. Alejandro Bustillo y Miguel Ángel Césari. El templo, dedicado a Nuestra Señora del Nahuel Huapi,
tiene características neogóticas, y
fue construido con piedra de la zona. Por su monumentalidad y por la
característica aguja de la torre, que alcanza los 69 metros, el templo es visible
desde gran distancia.
BREVE HISTORIA DE SAN CARLOS DE BARILOCHE
En el año 1608
el jesuita Luis de Valdivia envió a la isla de Chiloé, en Chile, a los
padres Melchor Venegas y Juan Bautista Ferrufino, a fundar una misión en esas
islas. De allí partió el primer intento evangelizador en la zona del
lago Nahuel Huapi, a cargo del jesuita Diego de Rosales en 1650.
En 1652 llegó a Chiloé el padre Nicolás Mascardi, quien fue el primer rector del Colegio de Castro, capital de Chiloé. Apóstol y explorador incansable, tras conseguir la liberación de un grupo de indígenas, funda con ellos, en 1670, la Misión de Nahuel Huapi en la costa norte del lago, actual Península Huemul.
El Padre Nicolas Mascardi sj llega a las orillas del Nahuel Huapi
En 1672, en reconocimiento a la labor misionera del P. Mascardi, el Virrey Lemos, desde el Perú, le envió una bella imagen de la Virgen tallada en cedro, que “él colocó, con la veneración que se puede suponer, en el humilde altar de su capillita” (afirma Furlong en su obra sobre Mascardi) llamándola Señora de Poyas. Años después, el Padre De la Laguna, añadiría: “y de Puelches” , como símbolo de la unión de los dos pueblos originarios del norte y del sur del Nahuel Huapi.
En febrero de 1673, a los 48 años de edad, el padre Mascardi fue asesinado por indígenas que se oponían a su accionar, y la misión fue abandonada por casi tres décadas.
Martirio del Padre Mascardi. Vital de la Catedral de N.S. del Nahuel Huapi
En 1702 el jesuita
Philliphi van den Meeren (que tomó el nombre castellano de Felipe de la Laguna)
recibió el pedido de algunos indígenas cristianos para reconstruir la misión.
Viajó al año siguiente, junto con Juan José Guillelmo, y restableció la misión
del Nahuel Huapi. En 1704 regresó a Castro en busca de operarios y luego volvió
a la misión. Allí fue envenenado en 1707, muriendo en su intento de regresar a
Chile.
La misión quedó a cargo de Guillelmo hasta 1713 y de nuevo desde 1715. Pero mientras, en su ausencia, estaba a cargo el padre Manuel de Hoyo, la misión fue incendiada por los puelches, enojados por el descubrimiento del paso Vuriloche, debido a que aumentaba el peligro de nuevas expediciones esclavistas.
Guillelmo había explorado
ese paso desde 1711, y lo había abierto en 1715. En represalia, Guillelmo fue
envenenado y murió el 16 de mayo de 1716.
El siguiente sacerdote enviado allí fue Francisco Elguea, que pocos días después de su llegada, en noviembre de 1717, fue asesinado por indígenas, quienes también destruyeron e incendiaron las construcciones levantadas por los jesuitas. Sin embargo, la imagen de la Virgen fue rescatada de las llamas y abandonada a orillas del lago.
Ratificando esto, la crónica del sitio de la Catedral añade:
El 14 de noviembre de
1717 la Misión es destruida por segunda vez. (...) Saquearon completamente
la casa y la iglesia sin perdonar cosa alguna, excepto la imagen de María
Santísima que sacaron a la orilla de la laguna, y despojándola de sus ricos y
vistosos vestidos la dejaron cubierta con un cuero de caballo.
La misión fue
abandonada, pero al año siguiente fue enviado al Nahuel Huapi el padre
Arnold Jaspers, quien halló la imagen intacta, envuelta en cuero de
caballo entre las matas a orillas del lago, y se la llevó consigo al colegio de
Castro (en Chile) y luego a la isla de Quinchao, inmediata a la de Chiloé.
La actual
ciudad de Bariloche fue fundada oficialmente el 3
de mayo de 1902, por decreto del
Poder Ejecutivo de la Nación. En 1909 tenía ya unos 1.250 habitantes, telégrafo, correo y
camino hasta Neuquén. Pero continuaron dependiendo del comercio con Chile hasta
la llegada del ferrocarril en 1934.
El nombre
“Bariloche” proviene
del idioma mapuche, y es un derivado de la palabra “vuriloche”, que significa "gente del otro lado de la
montaña". Este nombre le daban los mapuches de Chile a los habitantes del
lado Este de la cordillera.
En estos
días de violentos enfrentamientos con fuerzas federales,
en que grupos
radicalizados mapuches
intentan ocupar tierras de esos hermosos parajes
argentinos, invocamos a Nuestra Señora del Nahuel Huapi
para que serene los
ánimos,
se restablezca la paz
y se construya el bien común, con justicia y
prudencia.
(con textos tomados del blog HERÁLDICA EN ARGENTINA)
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