Centro de Profesionales de la Acción Católica "SANTO TOMÁS DE AQUINO" de Buenos Aires, Argentina.

31 de octubre de 2018

EN LA SOLEMNIDAD DE TODOS LOS SANTOS


CREDO
IN SANCTORUM COMUNIONEM



La Iglesia recuerda el 1° de noviembre a esa inmensa legión de hombres y mujeres que, a lo largo de su bimilenaria historia, buscaron ser fieles a la llamada de su bautismo y hoy participan de la gloria de Dios, junto a quien llamamos “Regina sanctorum”.

Al profesar el artículo del Credo que dice “credo… in sanctorum comunionem…” recordemos a aquellos que veneramos con particular devoción: patriarcas, profetas, mártires, fundadores, vírgenes, laicos, apóstoles, monjes, doctores y padres, célibes y casados, pobres y ricos, ciudadanos de a pie y grandes gobernantes….

El Himno de Vísperas de este día nos muestra algo de esa “maravillosa nube de testigos” que son modelos de vida e intercesores nuestros, y les pedimos que “orate pro nobis!”

Patriarcas que fuisteis la semilla
del árbol de la fe en siglos remotos,
al vencedor divino de la muerte
rogadle por nosotros.

Profetas que rasgasteis inspirados
del porvenir el velo misterioso,
al que sacó la luz de las tinieblas
rogadle por nosotros.

Almas cándidas, santos Inocentes
que aumentáis de los ángeles el coro,
al que llamó a los niños a su lado
rogadle por nosotros.

Apóstoles que echasteis en el mundo
de la Iglesia el cimiento poderoso,
al que es de la verdad depositario
rogadle por nosotros.

Mártires que ganasteis vuestra palma
en la arena del circo, en sangre rojo,
al que es fuente de vida y hermosura
rogadle por nosotros.

Monjes que de la vida en el combate
pedisteis paz al claustro silencioso,
al que es iris de calma en las tormentas
rogadle por nosotros.

Doctores cuyas plumas nos legaron
de virtud y saber rico tesoro,
al que es raudal de ciencia inextinguible
rogadle por nosotros.

Soldados del ejército de Cristo,
santas y santos todos,
rogadle que perdone nuestras culpas
a aquel que vive y reina entre vosotros.
Amén.


ORACIÓN POST-COMUNIÓN DE ESTE DÍA

Te adoramos, Dios admirable,
fuente única de santidad,
e imploramos tu misericordia
para que, santificados por tu amor,
pasemos de esta mesa de los peregrinos
al banquete eterno de tu Reino.
Por Jesucristo, nuestro Señor.




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