LAS OBRAS DE MISERICORDIA
ORACIÓN INICIAL
Te saludamos con
filial afecto, oh glorioso Padre San Benito,
obrador de
maravillas,
cooperador de
Cristo en la obra de salvación de las almas.
¡Oh Patriarca de
los monjes!
Mira desde el cielo
la viña que plantó tu mano.
Multiplica el
número de tus hijos, y santifícalos.
Protege de un modo
especial
a cuantos nos
ponemos con filial cariño
bajo tu amparo y
filial protección.
Ruega por los
enfermos,
por los tentados,
por los afligidos,
por los pobres,
y por nosotros que
te somos devotos.
Alcánzanos a todos
una muerte tranquila y santa como la tuya.
Aparta de nosotros
en aquella hora suprema
las asechanzas del
enemigo,
y aliéntanos con tu
dulce presencia.
Rezar a continuación
la oración del día que corresponda:
DÍA SEPTIMO
Miércoles
8 de julio
¡Oh glorioso San Benito,
que animado por un ardiente
celo
para asistir al prójimo en
sus necesidades,
instruiste a los ignorantes,
socorriste a los pobres,
curaste a los enfermos,
resucitaste a los muertos,
libraste a los cautivos del
demonio y de sus pasiones,
consolaste a los afligidos
y convertiste a los
pecadores!
Consíguenos la gracia de
amar al prójimo
y de hacer con él las obras
de misericordia.
San Benito, ruega por nosotros.
Tres Avemarías.
ORACIÓN FINAL
Oh glorioso San Benito,
que desde el cielo eres padre piadoso para nosotros tus devotos.
Tu gran poder ante Dios se reconoce hoy, más que nunca,
gracias a la medalla que viene honrada con tu nombre,
por la multitud de prodigios y favores
que por su medio Dios nos ofrece.
Ruega por todos los que acudimos a ti.
Alcánzanos del Señor,
todas la gracias que nos son necesarias durante esta vida
y especialmente la gracia por la cual hacemos esta novena. Amén.
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