Centro de Profesionales de la Acción Católica "SANTO TOMÁS DE AQUINO" de Buenos Aires, Argentina.

28 de enero de 2015

ARTE SAGRADO

“Triunfo de Santo Tomás de Aquino”
(Benozzo Gozzoli, 1471, Museo del Louvre, Paris)

Es una pintura impresionante, con muchos símbolos y expresiones que intentan sintetizar la vida del Doctor angélico.



Esta obra tiene tres partes. 
En la superior, Cristo rodeado del Sol divino, 
ilumina a los personajes que están junto a Él. 
En medio encontramos la frase 
"Bene scripsisti de me, Thomma" (Bien escribiste de Mí, Tomás) 
que la hagiografía medieval pone en boca del Crucificado 
en ocasión de estar Santo Tomás de Aquino rezando ante Él.

En la parte central, Santo Tomas, 
que también tiene como trono el Sol, 
y, además, lleva ya el sol radiado sobre el pecho. 

En su regazo hay varios libros abiertos, 
en tanto que él sostiene, también abierta, la Summa contra gentiles 
en cuyas páginas pueden leerse las primeras palabras de la obra: 
"Veritatem meditabitur guttur meum et labia mea detestabuntur impium" (Porque verdad es el susurro de mi boca y mis labios abominan la maldad - Proverbios 8,7).

Numerosos rayos de luz irradian de las obras del santo en todas direcciones: hacia Averroes, 
caído a sus pies y en disposición de cerrar el libro que tiene entre las manos, hacia Platón y Aristóteles, 
quienes le rodean.

Y hacia la parte inferior en el que encontramos al Papa Juan XXII 
presidiendo una asamblea celebrada en Avignon el 14 de julio de 1323, 
cuatro días antes de su canonización, 
en la que en el sermón de elogio a Santo Tomás, 
Juan XXII pronuncia las palabras que aparecen en el Triunfo: 
"Vere hic est lumen Ecclesie" (Verdaderamente este es luz de la Iglesia), 
al tiempo que señala una obra del santo que tiene en su regazo.


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