Ecce
lignum crucis,
in quo
salus mundi pependit.
¡Venite
adoremus!
Este es
el árbol de la Cruz,
donde
estuvo suspendido el Salvador del Mundo
¡Venid,
adoremosle!
El Viernes y Sábado santo no se celebra la Santa Misa ni se expone el Santísimo Sacramento. Por ello la Iglesia invita a los fieles a hacer la genuflexión ante el Crucifijo.
CRUX FIDELIS
¡Oh cruz fiel, árbol único en
nobleza!
Jamás el bosque dio mejor
tributo
en hoja, en flor y en fruto.
¡Dulces clavos! ¡Dulce árbol
donde la vida empieza
con un peso tan dulce en su
corteza!
Cantemos la nobleza de esta
guerra,
el triunfo de la sangre y del
madero;
y un Redentor, que en trance de
cordero,
sacrificado en cruz, salvó la
tierra.
Dolido mi Señor por el fracaso
de Adán, que mordió muerte en
la manzana,
otro árbol señaló, de flor
humana,
que reparase el daño paso a
paso.
Y así dijo el Señor: “Vuelva la
vida,
y que el amor redima la
condena!”
La gracia está en el fondo de
la pena,
y la salud, naciendo de la
herida.
¡Oh, plenitud del tiempo
consumado!
Del seno de Dios Padre en que
vivía,
ved la palabra entrando por
María
en el misterio mismo del
pecado.
¿Quién vio en más estrechez
gloria más plena,
y a Dios como el menor de los
humanos?
Llorando en el pesebre, pies y
manos
le faja una doncella nazarena.
En plenitud de vida y de
sendero,
dio el paso hacia la muerte
porque él quiso.
Mirad de par en par el paraíso
abierto por la fuerza de un
Cordero.
Vinagre y sed, la boca apenas
gime;
y al golpe de los clavos y la
lanza,
un mar de sangre fluye, inunda,
avanza
por tierra, mar y cielo y los
redime.
Ablándate, madero, tronco
abrupto
de duro corazón y fibra inerte;
doblégate a este peso y a esta
muerte
que cuelga de tus ramas como un
fruto.
Tú, solo entre los árboles,
crecido
para tender a Cristo en tu
regazo;
tú, el arca que nos salva.
Tú, el brazo de Dios con los
verdugos del Ungido.
Al Dios de los designios de la
historia,
que es Padre, Hijo y Espíritu,
alabanza.
Al que en la Cruz devuelve la
esperanza
de toda salvación, honor y
gloria.
Amén.
(Traducido del latín, versión
de Lope de Vega.)
Victoria, tu reinarás,
oh Cruz, tu nos salvarás.
El Verbo en Ti clavado,
muriendo nos rescató;
de Ti, madero santo,
nos viene la Redención.
Extiende por el mundo,
tu reino de salvación,
oh Cruz, fecunda fuente
de vida y bendición.
Impere sobre el odio
tu reino de caridad,
alcance las naciones
el gozo de la unidad.
La gloria por los siglos
a Cristo libertador.
Su Cruz nos lleve al Cielo,
la tierra de promisión
No hay comentarios:
Publicar un comentario