Centro de Profesionales de la Acción Católica "SANTO TOMÁS DE AQUINO" de Buenos Aires, Argentina.

25 de marzo de 2016

DOS ANTIGUOS HIMNOS A LA CRUZ

Ecce lignum crucis,
in quo salus mundi pependit.
¡Venite adoremus!

Este es el árbol de la Cruz,
donde estuvo suspendido el Salvador del Mundo
¡Venid, adoremosle!

El Viernes y Sábado santo no se celebra la Santa Misa ni se expone el Santísimo Sacramento. Por ello la Iglesia invita a los fieles a hacer la genuflexión ante el Crucifijo.


CRUX FIDELIS

¡Oh cruz fiel, árbol único en nobleza!
Jamás el bosque dio mejor tributo
en hoja, en flor y en fruto.
¡Dulces clavos! ¡Dulce árbol donde la vida empieza
con un peso tan dulce en su corteza!

Cantemos la nobleza de esta guerra,
el triunfo de la sangre y del madero;
y un Redentor, que en trance de cordero,
sacrificado en cruz, salvó la tierra.

Dolido mi Señor por el fracaso
de Adán, que mordió muerte en la manzana,
otro árbol señaló, de flor humana,
que reparase el daño paso a paso.

Y así dijo el Señor: “Vuelva la vida,
y que el amor redima la condena!”
La gracia está en el fondo de la pena,
y la salud, naciendo de la herida.

¡Oh, plenitud del tiempo consumado!
Del seno de Dios Padre en que vivía,
ved la palabra entrando por María
en el misterio mismo del pecado.

¿Quién vio en más estrechez gloria más plena,
y a Dios como el menor de los humanos?
Llorando en el pesebre, pies y manos
le faja una doncella nazarena.

En plenitud de vida y de sendero,
dio el paso hacia la muerte porque él quiso.
Mirad de par en par el paraíso
abierto por la fuerza de un Cordero.

Vinagre y sed, la boca apenas gime;
y al golpe de los clavos y la lanza,
un mar de sangre fluye, inunda, avanza
por tierra, mar y cielo y los redime.

Ablándate, madero, tronco abrupto
de duro corazón y fibra inerte;
doblégate a este peso y a esta muerte
que cuelga de tus ramas como un fruto.

Tú, solo entre los árboles, crecido
para tender a Cristo en tu regazo;
tú, el arca que nos salva.
Tú, el brazo de Dios con los verdugos del Ungido.

Al Dios de los designios de la historia,
que es Padre, Hijo y Espíritu, alabanza.
Al que en la Cruz devuelve la esperanza
de toda salvación, honor y gloria.

Amén.

(Traducido del latín, versión de Lope de Vega.)




Victoria, tu reinarás,
oh Cruz, tu nos salvarás.

El Verbo en Ti clavado,
muriendo nos rescató;
de Ti, madero santo,
nos viene la Redención.

Extiende por el mundo,
tu reino de salvación,
oh Cruz, fecunda fuente
de vida y bendición.

Impere sobre el odio
tu reino de caridad,
alcance las naciones
el gozo de la unidad.

La gloria por los siglos
a Cristo libertador.
Su Cruz nos lleve al Cielo,
la tierra de promisión


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