IN NOMINE PATRIS,
ET FILII
ET SPIRITUS SANCTI
LA GRACIA DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO
EL AMOR DEL PADRE
Y LA COMUNIÓN DEL ESPÍRITU SANTO
De las Cartas de San Atanasio, obispo
Siempre resultará provechoso esforzarse en profundizar el contenido de la antigua tradición, de la doctrina y la fe de la Iglesia católica, tal como el Señor nos la entregó, tal como la predicaron los apóstoles y la conservaron los santos Padres. En ella, efectivamente, está fundamentada la Iglesia, de manera que todo aquel que se aparta de esta fe deja de ser cristiano y ya no merece el nombre de tal.
Existe, pues, una Trinidad, santa y perfecta, de la cual se afirma que es Dios en el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, que no tiene mezclado ningún elemento extraño o externo, que no se compone de uno que crea y de otro que es creado, sino que toda ella es creadora, es consistente por naturaleza y su actividad es única.
El
Padre hace todas las cosas a través del que es su Palabra, en el Espíritu
Santo. De esta manera queda a salvo la unidad de la santa Trinidad. Así, en la
Iglesia se predica un solo Dios, que
lo trasciende todo, y lo penetra todo, y lo invade todo. Lo trasciende todo,
en cuanto Padre, principio y fuente; lo
penetra todo, por su Palabra; lo
invade todo, en el Espíritu Santo.
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