La Iglesia está en peligro cuando se desdibuja la primacía de Dios en la Liturgia.
La edición rusa del volumen XI de la “Opera Omnia” (*)
de Benedicto XVI - Joseph Ratzinger
fue publicada esta semana de Pascua
(una fecha común este año para Oriente y Occidente)
El Papa emérito Benedicto XVI había pedido, al comienzo del proyecto,
en 2015, escribir un Prefacio de la misma, lo que hizo ahora.
Corriere della Sera (15-4-2017) proporcionó la versión italiana de la
publicación rusa, que ahora presentamos:
Nihil Operi Dei praeponatur
"Que nada prepondere ante la Sagrada
Liturgia."
Con estas palabras, San Benito,
en su Regla (43,3), estableció la prioridad absoluta del Culto Divino en
relación con cualquier otra tarea de la vida monástica. Esto, incluso en la
vida monástica, no era necesariamente obvio, porque para los monjes el trabajo
en la agricultura y en el conocimiento intelectual también era una tarea
esencial.
En la agricultura, como también
en la artesanía y en la obra de formación, podrían surgir emergencias
temporales que podrían parecer más importantes que la Liturgia. Frente a todo
esto, San Benito, con la prioridad dada a la Liturgia, pone en un relieve
inequívoco la prioridad de Dios mismo en nuestra vida. "A la hora del Oficio Divino, tan pronto como se oiga la señal,
abandonen todo lo que tengan en mano y apresuren con la mayor velocidad".
(43, 1)
En la conciencia de los hombres
de hoy, las cosas de Dios, y con esto la Liturgia, no parecen urgentes de
hecho. Hay urgencia para todo lo posible. Las cosas de Dios no parecen
urgentes.
Bien, se podría afirmar que la
vida monástica es, en cualquier caso, algo diferente de las vidas de los
hombres del mundo, y eso es indudablemente verdadero. Sin embargo, la prioridad
de Dios que hemos olvidado es válida para todos. Si Dios ya no es importante,
los criterios para establecer lo importante son cambiados. El hombre, dejando a
un lado a Dios, se somete a restricciones que le hacen esclavo de las fuerzas
materiales y, por lo tanto, se oponen a su dignidad.
En los años que siguieron al
Concilio Vaticano II, volví a tomar conciencia de la prioridad de Dios y de la
Liturgia divina.
El malentendido de la reforma
litúrgica que se ha extendido ampliamente en la Iglesia católica ha llevado a
poner cada vez más en primer lugar el aspecto de la instrucción y el de la
propia actividad y creatividad.
La acción de los hombres llevó
casi a olvidar la presencia de Dios. En tal situación, cada vez es más claro
que la existencia de la Iglesia vive de la justa celebración de la Liturgia y
que la Iglesia está en peligro cuando la primacía de Dios ya no aparece en la
liturgia y por lo tanto en la vida.
La causa más profunda de la
crisis que ha subvertido a la Iglesia se sitúa en la supresión de la prioridad
de Dios en la liturgia.
Todo esto me llevó a dedicarme al
tema de la Liturgia más ampliamente que en el pasado porque sabía que la
verdadera renovación de la Liturgia es una condición fundamental para la
renovación de la Iglesia.
Los estudios recogidos en este
volumen 11 de la “Opera Omnia” se basan en esta convicción.
Pero al final, a pesar de todas
las diferencias, la esencia de la Sagrada Liturgia en Oriente y Occidente es
una y la misma. Y por lo tanto espero que este libro ayude también a los
cristianos de Rusia a entender de una manera nueva y mejor el gran don que nos
es dado en la Sagrada Liturgia.
Papa Emérito Benedicto XVI
Ciudad del Vaticano, en la fiesta de San Benito
11 de julio de 2015
Nota:
(*)
El volumen ruso completo, según el sitio web de noticias Pravmir del
Patriarcado de Moscú, deberá estar disponible a finales de 2017 o principios de
2018, como parte de una empresa conjunta entre la editorial Libreria Editrice
Vaticana-LEV y la editorial del Patriarcado de Moscú (Издательство Московской
Патриархии), que también verá libros del Patriarca publicados por el LEV en
traducciones italianas.
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