JUEVES SANTO
EN LA CENA DEL SEÑOR
Un recorrido a una obra del arte cristiano,
para ayudarnos a adentrarnos en el misterio que hoy se celebra.
Visitamos unas imágenes del Retablo Mayor de la Iglesia de San Blas en Anento,
un pequeño pueblito a 85 km. de Zaragoza en España, del siglo XIII.
De esta joya del gótico aragonés, nos detenemos en uno de sus cuadros
en este día de Jueves Santo.
Anento es una pequeña aldea aragonesa
Su iglesia parroquial es un edificio románico, austero y noble. Edificado en piedra sillar y mampostería. Está dedicado a San Blas.
El retablo mayor de esta iglesia de San Blas es una espectacular obra que está considerada como uno de los más importantes de Aragón, realizada por el Maestro Blasco de Grañén, representante de la pintura gótica aragonesa. Ocupa todo el presbiterio y sus magníficas pinturas tienen una finalidad catequética contundente, ya que representan escenas evangélicas y símbolos paleocristianos, de gran significado espiritual.
En el tríptico que nos ocupa hoy vemos en el centro la Última Cena en el Cenáculo de Jerusalén, donde se observan a los Doce (todos ellos aureolados, excepto Judas, que aparece mojando el plato central) San Juan se muestra recostado sobre el Maestro, que ocupa el centro de la imagen, bendiciendo.
A la izquierda está representada la Entrada triunfal en Jerusalén: Cristo, montado en un asno, con vestiduras regias y bendiciendo, habitantes de Jerusalén que arrojan sus mantos a su paso, y un niño hebreo corta ramos de olivo.
A la derecha se muestra Getsemaní (el Huerto de los Olivos), en un recinto vallado, donde el Señor recibe de un ángel la Cruz y el cáliz de la Pasión. Adelante, los discípulos dormidos, y al fondo, fuera del huerto, la turba con Judas, con espadas y palos...
El seguimiento con la vista de estos cuadros,
de izquierda a derecha,
es como un profundo repaso espiritual
de la Semana Santa,
desde el Domingo de Ramos hasta la Pasión redentora, pasando por la institución del Misterio de la Fe.
El artista ha querido colocar, entre los HOSANNA de la izquierda y los CRUCIFÍCALE de la derecha, la luminosa escena de la institución de la Eucaristía, consoladora presencia del Señor hasta que vuelva.
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