Primera consigna de San Juan Pablo II a la Acción Católica,
a pocos días de iniciar su pontificado
a pocos días de iniciar su pontificado
(30-12-1978)
“LO PRIMERO DE
TODO:
QUE TENGÁIS UN VERDADERO CULTO A LA VERDAD”
Para poder comprometer auténticamente
el tiempo propio y las propias capacidades en la salvación y santificación de
las almas, primera y principal misión de la Iglesia, es necesario ante todo
tener certeza y claridad sobre las verdades que se deben creer y practicar.
Si hay inseguridad, incertidumbre,
confusión, contradicción, no se puede construir. Especialmente hoy es necesario
poseer una fe iluminada y convencida, para poder iluminar y convencer.
El fenómeno de la
"culturización" de masas exige una fe profunda, clara, segura. Por
esta razón os exhorto a seguir con fidelidad las enseñanzas del Magisterio.
A este propósito, ¿cómo no recordar
las palabras de mi predecesor Juan Pablo I en su primer y único radiomensaje
del 27 de agosto pasado?
Decía:
«Superando las tensiones internas que se han podido crear aquí y allá, venciendo las tentaciones de acomodarse a los gustos y costumbres del mundo, así como las seducciones del aplauso fácil, unidos con el único vínculo del amor que debe informar la vida íntima de la Iglesia, como también las formas externas de su disciplina, los fieles deben estar dispuestos a dar testimonio de la propia fe ante el mundo: "Estad siempre prontos para dar razón de vuestra esperanza a todo el que os la pidiere"(1 Pe 3, 15)»; (3 de septiembre de 1978).”
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